ORIZABA, Ver.- De las 130 becas que el Departamento de Atención y Prevención de Riesgos a la Infancia y la Adolescencia (Dapria) del DIF Municipal entregó a estudiantes durante este año, se dio de baja a 11 alumnos, unos porque ya concluyeron el bachillerato, otros, porque no comprobaron los recursos; y solo uno por deserción escolar. Las vacantes fueron suplidas de entre los escolares que estaban en lista de espera.
Denis Pino Romero, titular de esa área explicó que los beneficiados utilizan el recurso en alimentación, vestido, útiles escolares y otros conceptos, que se deben comprobar, agregó.
Por la pandemia, añadió, se consideraron gastos de telefonía celular para acceder a la plataforma y clases virtuales de la comunidad estudiantil becada.
Los que reciben son mil pesos cada cuatro meses, tres veces al año, los papás deben comprobar en qué lo invirtieron, porque si no se utiliza en lo que necesitan los niños, amerita darlos de baja del programa.
Apuntó que, en abril, por ejemplo, la mayoría lo comprobó con despensa pues por la pandemia lo requerían; mientras que en este mes adquirieron ropa de invierno y calzado, abundó. En julio y agosto compraron para la escuela, pues si bien no compraron mochilas, sí necesitaron material para sus trabajos y algunos para hacer recargas para el celular porque no tienen internet donde recibían las clases y envían tareas al maestro.
Finalmente, de las bajas, comentó que una beneficiaria se dio de baja por voluntad propia, su mamá comentó que ella no quería seguir estudiando, no estaba dispuesta a tomar clases virtuales porque no entendía y era muy complicado; es una jovencita de secundaria que iba a ingresar al bachillerato, y decidió ya no estudiar. “Se platicó con ella, se trabajó en el área de Psicología y decidió esperarse un año”, concluyó.