Llega la reliquia de San Rafael Guízar y Valencia a Diócesis de Orizaba, ¿hasta cuándo estará?

Tras la procesión llegó a la catedral, donde fue recibida en la Rectoría de San Antonio

Mayra Figueiras / El Sol de Orizaba

  · sábado 28 de septiembre de 2024

Hoy, llegó a la Rectoría de San Antonio, la reliquia de primer grado de san Rafael Guizar Valencia | Foto: Mayra Figueiras / El Sol de Orizaba

Orizaba, Ver.- Mañana, en la Diócesis de Orizaba se celebra a san Miguel Arcángel, príncipe de las milicias celestiales, su intercesor y patrono, pues a él está consagrada la iglesia que se erigió como catedral hace 24 años. Como parte de los festejos también por el Año Jubilar que vive esta diócesis, llegó la reliquia de primer grado de san Rafael Guízar Valencia, -su corazón incorrupto-, que se expone en catedral para su veneración.

Por ambos motivos, los católicos celebran su fiesta patronal y el Jubileo Diocesano con distintos signos y se encomiendan a san Miguel Arcángel, de modo especial.

Te puede interesar: Ruta de las Reliquias de San Judas Tadeo en las Altas Montañas

A lo largo de la semana peregrinos de los seis decanatos que conforman esta Iglesia Particular, tanto de la zona indígena de Zongolica como del Pico de Orizaba y la zona urbana, llegaron a la catedral y entraron por la Puerta Santa para ganar la indulgencia que concedió el Papa Francisco con motivo del Año Jubilar.

Llegó a la Rectoría de San Antonio, la reliquia de primer grado de san Rafael Guizar Valencia. Fue recibida por el padre Mario Lucio Merino, rector de San Antonio de Padua y la comunidad que lo veneró durante algunos minutos en ese templo antes de salir en procesión a la catedral con la reliquia.

Hoy, como parte de los festejos también por el Año Jubilar que vive esta diócesis, llegó la reliquia de primer grado de san Rafael Guízar Valencia | Foto: Mayra Figueiras / El Sol de Orizaba

Por su parte, el párroco de catedral, Demetrio Landa González, quien viajó desde la capital del estado con la reliquia que está bajo resguardo de la Arquidiócesis de Xalapa, dijo en entrevista, que en la ceremonia de apertura del Año Jubilar se propuso a las parroquias que hicieran una misión y, la del Sagrario de catedral junto con sus rectorías acordaron traer la reliquia de san Rafael Guízar como signo, pues fue misionero en estas tierras.

Esta es oportunidad de venerarlo y encomendarle la misión de la parroquia

Cada parroquia de la diócesis, señaló, realizará la misión que se comprometió a realizar en los tiempos que cada una marque, de tal manera que unos la harán en octubre que es mes de las misiones o en su fiesta patronal.

La reliquia de primer grado, -el corazón incorrupto de san Rafael Guízar y Valencia- estará expuesto en la Catedral de San Miguel Arcángel desde este sábado y hasta el próximo lunes; ese día, por la tarde visitará la Rectoría del Calvario y, finalmente la Rectoría del Carmen, el 2 de octubre, de donde saldrá al medio día, nuevamente a la ciudad de Xalapa.

Así, con estos signos, los católicos piden la intercesión de san Miguel Arcángel para que la Diócesis de Orizaba siga construyendo el reino de Dios.

¿Quién fue san Rafael Guízar y Valencia?

Rafael Guizar Valencia nació en Cotija, Michoacán, el 26 de abril de 1878. El 1 de junio de 1901, a sus 23 años se ordenó sacerdote. Fue el quinto obispo de Veracruz, nombrado por Benedicto XV el 1 de agosto de 1919.

Murió el 6 de junio de 1938. En 1950 exhuman su cuerpo y lo encue tran incorrupto, fue beatificado el 29 de enero de 1995 por san Juan Pablo II y canonizado el 15 de octubre de 2006 por el Papa Benedicto XVI.

Los católicos celebran su fiesta patronal y el Jubileo Diocesano con distintos signos y se encomiendan a san Miguel Arcángel | Foto: Mayra Figueiras / El Sol de Orizaba

La reliquia de san Rafael Guízar Valencia corresponden al corazón incorrupto que está custodiado por un relicario de plata. Es una reliquia de primer grado, pues corresponde a una parte del cuerpo del santo.

Le llaman el "santo obispo de Veracruz" por ser misionero incansable en tiempos difíciles.

Los niños siempre atraídos por su bondad y simpatía, le llaman con afecto "el padre gordito".