Orizaba, Ver.- Los relojeros de la ciudad empiezan a desaparecer por el avance de la tecnología con pulseras inteligentes y los celulares, que ponen el oficio de los artesanos del tiempo, en peligro de extinción.
Erasto Sarmiento, quien tiene más de 30 años como relojero y un taller de reparación en el Mercado Emiliano Zapata, afirma que es muy raro que, por ejemplo, los estudiantes lleguen a solicitar la reparación de su reloj de pulsera.
Te puede interesar: ¿Conoces las jarcierías? Podías comprar artículos de limpieza; están a punto de cerrar, la historia
¿Por qué el oficio de relojero está en peligro de desaparecer?
Desde que salieron al mercado los relojes de pila, chinos, los clientes dejaron de llevarlos a reparar, porque ahora es más fácil adquirir otro equipo nuevo cuyo valor es de 100 y 150 pesos, dice.
Para consultar la hora, la gente recurre al celular. Son los abuelos, quienes aún conservan relojes mecánicos, que en ocasiones llevan para darles mantenimiento, agrega.
A las nuevas generaciones, relata, les gusta estar pegados a los teléfonos inteligentes, “ya no vemos a los chavos con relojes de pulsera”, dice.
Recuerda que, en los años 70 y 80, los padres les regalaban a los hijos un reloj, y lo conservaba para entregarlo a la descendencia.
“Traían el reloj de cuerda para que se le diera su ‘manita de gato’, aquí se limpiaba, aceitaba y pulía; sin embargo, con el tiempo se volvieron piezas de colección que guardan como tesoreros en el ropero”, comenta.
Describe que aprendió el oficio de relojero con otro maestro. Aprendió cómo reparar la maquinaria de un reloj mecánico, que ahora están a punto de desaparecer por la invasión de productos chinos desechables.
Te puede interesar: Boleros en Orizaba: un oficio que está en peligro de extinción; la historia
“De la generación de relojeros quedamos pocos en la ciudad, de los que aprendimos, ya fallecieron; y ahora ya ningún joven quiere aprender el oficio”, subraya.
Así, como muchos otros oficios, el de los relojeros desaparece poco a poco, pues el avance de la tecnología comienza a sustituir artículos como el reloj mecánico, que ya es para muchos, una antigüedad.
“La única competencia que tenemos es la tecnología porque el tiempo se observa en una pulsera inteligente o el celular”, concluyó.