Nogales, Ver.- En la represa de residuos sólidos El Infiernillo comenzó la limpieza para retirar más de 70 mil metros cúbicos de material pétreo y evitar una barrancada como la del 5 de junio del 2003, cuando explotaron los ductos en la comunidad de Cecilio Teherán, de este municipio e inundó tres ciudades de las Altas Montañas.
Ahí, autoridades de Nogales, Huiloapan y Ciudad Mendoza, proyectan la construcción de una nueva presa en la parte alta del Río Chiquito, para prevenir en el futuro, una desgracia.
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En la puesta en marcha de los trabajos estuvieron funcionarios de Pemex, Protección Civil, y Caev, así como transportistas que se encargarán del desazolve de la represa del Infiernillo, con el apoyo de 22 camiones de volteo.
Recordaron que el 5 de junio de 2003 familias de esos municipios vivieron una pesadilla, porque ocurrió una de las mayores desgracias naturales recordadas en la zona, con víctimas que lamentar.
Los ediles acordaron tocar puertas a nivel nacional para dar solución al problema, con una represa en la zona más alta, buscando con ello evitar inundaciones y afectaciones.
¿Desde cuándo realizan limpiezas en la represa?
Desde el 2016 realizan acciones de limpieza en la represa, para garantizar la tranquilidad de la población de comunidades asentadas a lo largo del río Chiquito.
Con maquinaria pesada y camiones, el personal de los municipios arrancó el dragado de la represa El Infiernillo está saturada de rocas, basura, troncos, tierra y arena.
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¿Qué paso en la barrancada del 5 de junio del 2003?
El 5 de junio de 2003, uno de los dos ductos rotos en la comunidad Balastrera, de este municipio derramó alrededor de 5 mil barriles de petróleo crudo que contaminó el sistema lagunar de la zona, informó en ese entonces el director de Petróleos Mexicanos (Pemex) Refinación, Juan Bueno Torio.
La explosión de otro, que transportaba gas, afectó los municipios de Nogales y Ciudad Mendoza. En este Ayuntamiento se informó que se tenía identificadas, con nombres y direcciones a 48 personas desaparecidas.
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Treintaidós fueron internadas en el Hospital Regional de Río Blanco y clínicas del IMSS, ocho de ellas presentaron quemaduras en el 50 y 70% del cuerpo.
El gobernador Miguel Alemán Velasco supervisó las labores de auxilio y de limpieza que efectuaron alrededor de mil 500 personas e informó que el número de fallecidos aumentó a cinco. En Ciudad Mendoza mil 300 personas permanecieron en albergues.