Ixtaczoquitlán, Ver.- Como cada primer viernes de marzo, cientos de personas provenientes de diferentes municipios de la zona de las Altas Montañas llegaron hasta la comunidad de Tuxpanguillo para pedir con un rito ancestral a Tonantzin , el Xochitlalli, permiso para comenzar su siembra, pero también para pedirle perdón por el daño que el hombre hace a la tierra.
Justo al medio día, el Xochitlaca José Julio IXmatlahua, (quien preside la ceremonia) ofreció una ofrenda justo a la entrada de la gruta, para pedir perdón a la Madre Tierra por todo el daño que le ha hecho el hombre.
"Le pedimos perdón porque le hacemos, cuando sembramos y hasta cuando se registra un incendio que nosotros mismos provocamos", dijo Saret Rosas, bisnieta del Xochitlaca.
Se le pide perdón aunque el hombre sigue haciéndole daño. "Tratamos de sembrar más frutos para que siga floreciendo".
En la ofrenda, que se coloca en un altar, había productos que se cultivan en la región: chayote, naranja, plátano, "para pedirle que nos lo siga dando". Le ofrecieron mole con pollo, tortilla y arroz como agradecimiento y para su consumo .
Anteriormente se sacrificaba una gallina en representación de que se enterraba lo malo, pero lo prohibieron.
Se le agradece también con un poco de aguardiente a la Madre Tierra, "le devolvemos todo lo que nos ofrece".
Con el sahumerio limpió el lugar para ahuyentar las malas vibras y atraer las positivas.
Los médicos tradicionales que también se hacen presentes en el lugar toman todo lo que nos da la naturaleza.
La tradición del Xochitlalli es ancestral y se está perdiendo, reconoce Saret Rosas, quien menciona que este ritual se tiene que hacer incluso antes de construir una casa, una carretera e incluso antes de sembrar.
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La tradición se hereda de generación en generación desde hace más de 100 años.
Este ritual, aunque se realiza cada primer viernes de marzo, tendría que realizarse cada vez que se comienza una siembra, se construye una casa e incluso un camino. "Tiene todo que ver lo que hacemos con la tierra, y si le pedimos las cosas con respeto nuestras cosechas crecerán", dijo Saret Rosas.
Posterior a la ofrenda, el Xochitlaca realizó el tradicional baile del Guajolote, en el que participaron las autoridades municipales presentes e invitados especiales al son del tambor y el sonido del carácter y música de viento. Al término, ingresaron a la gruta de Galicia.