Orizaba, Ver.- Trabajadores del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) se manifiestan afuera de la oficina de Telmex, en vísperas de la fecha en la que se vence el emplazamiento a huelga (27 de octubre), por violaciones al contrato colectivo de trabajo y el incumplimiento de la empresa en la cobertura de vacantes.
Los disconformes expresaron que sus salarios y prestaciones no son la causa de los resultados económicos y financieros de Teléfonos de México, sino producto de una regulación inequitativa, así como de las decisiones corporativas asumidas por América Móvil y el Grupo Carso, en los últimos años.
Esta circunstancia se agudizó porque ambos han separado de Telmex, las unidades de negocio más rentables, profundizando así la disminución de sus ingresos.
Señalaron que con esas acciones buscan limitar el papel de Telmex en el ámbito de las telecomunicaciones y marginar a los telefonistas de las áreas clave en el desarrollo futuro del sector, lo que pone de manifiesto con claridad, una política antisindical de América Móvil y el Grupo Carso.
En este sentido, mencionan que es bien sabido que estos consorcios sustentan la competitividad de sus empresas en México y en otros países en la desprotección laboral, razón por la cual en muchas de ellas prevalecen los contratos de protección y los distintos esquemas de tercerización.
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De hecho, explican, la primera acción relevante de América Móvil cuando adquiere una nueva empresa consiste en reducir derechos para eliminar su pasivo laboral, política que pretende aplicar también en Teléfonos de México y es la razón de reiteradas prácticas antisindicales en varios países, así como de su negativa a firmar los Códigos de Conducta que le ha propuesto la organización internacional sindical UNI Global Unión, para comprometerse a respetar los derechos de los trabajadores.
Destacan que recientemente, en México se aprobó una ley laboral que impulsa la contratación colectiva auténtica y la libertad sindical, como ejes de un proceso que promueve la revaloración del trabajo; erradicando con esto la tendencia a que la ventaja competitiva de las empresas se base en la precarización del trabajo, que ha sido duramente criticada por los socios comerciales de México.