ORIZABA, Ver.- Después de jubilarse de la empresa Kimberly, José Soriano Oyarzabal se convirtió en comerciante de ropa de paca que vende en un local del mercado Emiliano Zapata, donde todos los días recibe compradores de bajos recursos y gente de todo tipo de clase social, que buscan ropa americana.
En entrevista explicó que, a consecuencia de la pandemia bajó la venta de ropa, pero poco a poco comienza a recuperarse y para ser todavía más atractiva la oferta de la misma mantiene los mismos precios del año pasado. El pantalón lo da en 60 pesos, la camisa en 50, las playeras en 25 y con cuello, 50 pesos.
“Las ventas oscilan entre 60 y 70 por ciento, porque aún no se alcanza la estabilidad económica, ya que suben todos los días precios de la fruta, las verduras, carnes y también la canasta básica”, agregó.
Destacó que hay días buenos y regulares, pero nunca malos; siempre sale para los frijoles y las tortillas para el desayuno, comida y cena.
Cada fin de semana viaja a la Ciudad de México por mercancía que ofrece en su local ubicado en el interior del Mercado Zapata. Reconoció que ahora tiene nuevos clientes que buscan la ropa de marca que vende, nueva y seminueva, pues a veces trae hasta la etiqueta con el precio en dólares.
En el negocio de la ropa de paca siempre hay ganancias, por eso, en diferentes puntos de la ciudad, se abrieron negocios más grandes, añadió.
"Es ropa que viene del mercado de los Estados Unidos, que es una sociedad altamente consumista, donde las temporadas están bien marcadas y cuando terminan toda esa ropa la desechan", platicó.
Ahí encontramos a una clienta, doña Juana, quien comentó que ella lleva años comprando ropa de paca y es de buena calidad, “mejor que la de los aparadores de tiendas departamentales”, mencionó.