/ domingo 10 de mayo de 2020

Ser mamá y salvar vidas es todo un desafío

Dolores Osorio, anestesióloga con 23 años de trayectoria, madre de familia de dos varones y actualmente presidenta del Colegio de Anestesiólogos

Orizaba, Ver.- Para muchas mujeres cumplir el rol de ser mamá y mujer trabajadora es un reto que asumen con responsabilidad y dedicación, a pesar de lo agotador que esto representa. Actualmente, al transcurrir una situación inédita y de gran riesgo para todos, las mamás que se desempeñan en el sector salud afrontan un desafío mucho mayor por estar en la primera fila del combate a la pandemia por Covid-19.

Todas, aunque con el temor, válido, se mantienen firmes al frente, por amor a su familia y a su profesión. Tal es el caso de Dolores Osorio, anestesióloga con 23 años de trayectoria, madre de familia de dos varones y actualmente presidenta del Colegio de Anestesiólogos.

Relata que ser anestesióloga y mamá es una responsabilidad muy grande que en la que pone todo su empeño y trata de cumplir lo mejor posible.

Los anestesiólogos tenemos muchas preocupaciones, muchas responsabilidades y ser también mamá suma más, sobre todo ahora porque debemos tener mucho más cuidado para evitar llevar alguna infección, virus o bacteria a casa

Foto: Cortesía | Familia Osorio

Agrega que a nivel institucional a los anestesiólogos se les dio la responsabilidad, por ser los especialistas, de la atención de vías aéreas en todos los pacientes, es decir, ellos se encargan de intubar a quienes están internados o llegan a los hospitales con la sospecha de Covid-19.

El temor en mis compañeras mujeres, que se encuentran en edad reproductiva, que tienen hijos pequeños, tengo compañeras con hijos menores de 10 años, es latente, están muy angustiadas porque estamos en el ojo del huracán

Foto: Cortesía | Familia Osorio

Reconoce que en esta situación de pandemia es difícil desempeñar ese doble rol, pues diariamente viven experiencias y situaciones que los impactan, pero trata siempre de no llevar preocupaciones y problemas del trabajo a la casa.

Trato de borrar todas las imágenes de lo que vivo en el trabajo cuando llego a casa, porque si no siempre viviría con miedo. Amo a mis hijos, amo a mi familia, ellos son el motor que me impulsa diario a salir a trabajar para proveer un sustento o una forma de vida. Todo lo que pasa lo dejo fuera. Si lo hiciera así, no los dejaría salir a la calle, los metería en una burbuja de cristal para que no contrajeran alguna infección, para que no sufrieran algún accidente o no corrieran ningún riesgo por la situación de violencia que vivimos

Foto: Cortesía | Familia Osorio

A pesar del panorama por el que se atraviesa, recordó que los roles que desempeñan las mujeres, especialmente quienes son mamás, es muy importante. A ellas les dijo que sean un buen ejemplo para sus hijos, que los formen en responsabilidad, como buenos ciudadanos, con valores. “Vale la pena el esfuerzo que uno hace de levantarse temprano e irse a trabajar, vivir estrés y a veces también vivir humillaciones”, señala.

Cumplir la doble función de trabajar y educar conlleva sacrificios, como no estar todo el tiempo que se quisiera, con los hijos, la familia; “nos perdemos cumpleaños, días festivos porque como médicos tenemos que trabajar, pero vale la pena, porque los hijos un día se dan cuenta del tipo de mamá que tienen y siguen nuestro ejemplo por eso hay que ser un buen ejemplo siempre”.

Orizaba, Ver.- Para muchas mujeres cumplir el rol de ser mamá y mujer trabajadora es un reto que asumen con responsabilidad y dedicación, a pesar de lo agotador que esto representa. Actualmente, al transcurrir una situación inédita y de gran riesgo para todos, las mamás que se desempeñan en el sector salud afrontan un desafío mucho mayor por estar en la primera fila del combate a la pandemia por Covid-19.

Todas, aunque con el temor, válido, se mantienen firmes al frente, por amor a su familia y a su profesión. Tal es el caso de Dolores Osorio, anestesióloga con 23 años de trayectoria, madre de familia de dos varones y actualmente presidenta del Colegio de Anestesiólogos.

Relata que ser anestesióloga y mamá es una responsabilidad muy grande que en la que pone todo su empeño y trata de cumplir lo mejor posible.

Los anestesiólogos tenemos muchas preocupaciones, muchas responsabilidades y ser también mamá suma más, sobre todo ahora porque debemos tener mucho más cuidado para evitar llevar alguna infección, virus o bacteria a casa

Foto: Cortesía | Familia Osorio

Agrega que a nivel institucional a los anestesiólogos se les dio la responsabilidad, por ser los especialistas, de la atención de vías aéreas en todos los pacientes, es decir, ellos se encargan de intubar a quienes están internados o llegan a los hospitales con la sospecha de Covid-19.

El temor en mis compañeras mujeres, que se encuentran en edad reproductiva, que tienen hijos pequeños, tengo compañeras con hijos menores de 10 años, es latente, están muy angustiadas porque estamos en el ojo del huracán

Foto: Cortesía | Familia Osorio

Reconoce que en esta situación de pandemia es difícil desempeñar ese doble rol, pues diariamente viven experiencias y situaciones que los impactan, pero trata siempre de no llevar preocupaciones y problemas del trabajo a la casa.

Trato de borrar todas las imágenes de lo que vivo en el trabajo cuando llego a casa, porque si no siempre viviría con miedo. Amo a mis hijos, amo a mi familia, ellos son el motor que me impulsa diario a salir a trabajar para proveer un sustento o una forma de vida. Todo lo que pasa lo dejo fuera. Si lo hiciera así, no los dejaría salir a la calle, los metería en una burbuja de cristal para que no contrajeran alguna infección, para que no sufrieran algún accidente o no corrieran ningún riesgo por la situación de violencia que vivimos

Foto: Cortesía | Familia Osorio

A pesar del panorama por el que se atraviesa, recordó que los roles que desempeñan las mujeres, especialmente quienes son mamás, es muy importante. A ellas les dijo que sean un buen ejemplo para sus hijos, que los formen en responsabilidad, como buenos ciudadanos, con valores. “Vale la pena el esfuerzo que uno hace de levantarse temprano e irse a trabajar, vivir estrés y a veces también vivir humillaciones”, señala.

Cumplir la doble función de trabajar y educar conlleva sacrificios, como no estar todo el tiempo que se quisiera, con los hijos, la familia; “nos perdemos cumpleaños, días festivos porque como médicos tenemos que trabajar, pero vale la pena, porque los hijos un día se dan cuenta del tipo de mamá que tienen y siguen nuestro ejemplo por eso hay que ser un buen ejemplo siempre”.

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