Orizaba, Ver.- En el marco de la Jornada Mundial del Pobre, en la catedral de Orizaba, sacerdotes e integrantes del Consejo Parroquial prepararon el desayuno y atendieron a cerca de 250 personas vulnerables de la región, que acuden periódicamente a este templo.
El padre Demetrio Landa explicó que el agasajo lo preparan en torno al ambiente de la Navidad, del poder compartir la solidaridad pues es un momento especial. Para hacerlo realidad se contó con el apoyo de la comunidad que en esta ocasión hizo un donativo económico para preparar los diversos platillos que dieron a sus invitados.
Cada mes, la comunidad dona algún producto para hacer despensas que dan a las familias que más lo requieren y de esa manera se solidarizan con los más vulnerables.
Mencionó que hay un proceso de deshumanización grande, pero en medio de tantas cosas negativas que vive actualmente la sociedad
Podemos constatar con estos pequeños gestos y con estos pequeños signos, que la gente es buena; la gente es capaz de compartir un poco de lo que tiene y ellos mismos comparten con los demás en medio de las situaciones difíciles y deshumanizantes; todavía hay corazones grandes.
Señaló que es difícil decir qué tipo de pobreza es más frecuente, la económica o la espiritual, pues muchas veces una lleva a la otra.
Yo creo que el asunto es muy complejo, también son situaciones a veces difíciles para las personas; yo creo que la pobreza económica de la vida pone en una situación de desventaja en muchos aspectos la vida espiritual.
Reconoció que es difícil de vivir si no se tiene lo necesario. Hace falta el alimento material y al no tenerlo es cuando se va deshumanizando y es que teniendo lo necesario a veces se va endureciendo el corazón y no se quiere y no se puede compartir, porque el ansia de tener y de acumular lleva a eso, a la insensibilidad.
Es complicado, pero este gesto pequeño nos habla de que hay buenos corazones y eso es lo más importante. Esto que se hace es fruto de la colaboración de la comunidad, eso no es de nosotros o de los grupos que están sirviendo, aunque claro cada uno de nosotros pone de su parte, pero en términos generales es la colaboración de todos
Refirió que es necesario reforzar la caridad, más en los tiempos actuales en los que cada vez se viven situaciones más complejas, prevalece la deshumanización y la pérdida de valores en las familias. Los abuelitos ya no son tratados con dignidad por parte de la misma familia, la salud, la atención que tiene que ofrecer el gobierno y que desgraciadamente a veces se proporciona a la población que lo requiere “van haciéndonos ver esa realidad de la pobreza y marginación”, lamentó.
Finalmente, el sacerdote recordó que todo parte de la casa, desde la familia, donde se debe inculcar valores para que expresiones como la solidaridad no se pierdan.