Con opacidad en la lista de centros de trabajo que otorgaron espacios para los becarios, el Programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, creado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, dirigido a jóvenes de 18 a 29 años que no estudian ni trabajan, registró a 90 mil 501 “ninis” en el estado de Veracruz, donde el mayor número de beneficiarios se concentró en los municipios de Xalapa, Coatzacoalcos, José Azueta, Veracruz y Cosamaloapan.
De acuerdo con los datos oficiales de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) del Gobierno Federal, de 120 mil 417 vacantes en la entidad veracruzana, 29 mil 916 se quedaron en espera de ser ocupadas, es decir sólo 75.16 por ciento (90 mil 501) de la población objetivo se inscribió a este programa laboral.
Cabe precisar que el programa federal tiene como propósito que jóvenes de entre 18 a 29 años de edad que no estudian ni trabajan puedan capacitarse dentro de empresas, instituciones públicas y organizaciones sociales, para ello el Gobierno Federal les otorga una beca mensual de 3 mil 600 pesos durante un año.
En el periodo enero a julio de 2019, el Gobierno de México destinó 824 millones 936 mil 400 pesos para el pago de becarios en el estado de Veracruz, esto según la información proporcionada por la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la Unidad de Transparencia de la STPS, en respuesta a la solicitud con folio 0001400134219, realizada por este medio.
Los cinco municipios con mayor vinculación de jóvenes a centros de trabajo fueron Xalapa (10, 208), Coatzacoalcos (2,716), José Azueta (2,656), Veracruz (2,202) y Cosamaloapan (1,627).
En cambio, los municipios con menos becarios inscritos fueron Coetzala (27), Ayahualulco (27), Aquila (26), San Andrés Tenejapan (16) y Tántima (10).
El municipio de Xalapa es el que concentra la más alta cifra de becarios con nivel de preparatoria y carrera universitaria, con 4 mil 663 y 2 mil 867 jóvenes, respectivamente.
En la entidad veracruzana, de los 90 mil 501 jóvenes inscritos, el 56.9 por ciento son mujeres (51,499) y 43.1 por ciento son hombres (39,002), asimismo el mayor número de “aprendices” registrados fueron jóvenes de 19 y 22 años de edad (8,461 y 8,471 jóvenes, respectivamente).
Del total de jóvenes veracruzanos inscritos al programa, 33 mil 770 cuentan con preparatoria; 20 mil 505 con secundaria; 12 mil 740 tienen carrera universitaria; 8 mil 068, con escolaridad primaria; 2 mil 507 con carrera técnica y 214 con nivel posgrado.
Los ninis de Veracruz Hasta junio de 2018, de acuerdo con el informe “Caracterización del segmento de jóvenes que ni estudian ni trabajan en México”, presentado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, ubicó a Veracruz como la segunda entidad federativa con mayor número de jóvenes “ninis”, superado por Chiapas y por encima de Hidalgo y Michoacán.
De una población total en Veracruz de 8 millones 213 mil 362 habitantes, la población de 15 a 24 años alcanzó la cifra de 1 millón 421 mil 305, de los cuales 322 mil 304 eran “ninis”, es decir el 22.68 por ciento respecto de este sector poblacional.
Los jóvenes que no tienen un empleo ni se encuentran estudiando tomaron relevancia dentro de la actual agenda de política pública federal, apoyados en la aceptación del concepto “nini”, que se asoció a las diversas vulnerabilidades entre los jóvenes en temas como la pobreza, la marginación, el desempleo, el empleo informal, la deserción escolar y otras carencias sociales.
Actualmente, dentro del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, los estados con mayor número de jóvenes becarios son Chiapas, Tabasco, Veracruz, Estado de México, Guerrero y Michoacán.
Los centros de trabajo En la entidad veracruzana, la participación del sector privado, organizaciones sociales e instituciones públicas sumó un total de 13 mil 530 tutores que ofrecieron pasantías a los jóvenes a través del programa federal.
La STPS reporta que 12 mil 518 correspondieron al sector privado, 820 a instituciones públicas y 192 organizaciones sociales.
Sin embargo, en la base de datos correspondiente a “centros de trabajo” hay un registro de 13 mil 691 centros, que muestra datos incompletos, pues sólo ofrece el nombre, sin dirección ni razón social que permita localizar y verificar la existencia de dichos centros participantes en Veracruz.
En medio de la opacidad de la información pública, se pudo observar que dentro de esta lista figuran los ayuntamientos de Zongolica, José Azueta, Tierra Blanca, Yanga, Tlacotalpan, Tempoal, Las Minas, Tierra Blanca, La Perla, Ixhuatlán del Café, Soteapan, entre otros.
También se registraron como centros participantes, la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), la Fiscalía General del Estado (FGE), la Comisión Estatal para la Atención y Protección a los Periodistas (CEAPP), la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), direcciones adscritas a la Secretaría de Gobierno (como el Registro Público de la Propiedad y Archivo General de Notarías; la
Dirección General de Consolidación del Sistema de Justicia Penal y la Dirección General de Registro Civil), la Contraloría General, entre otras dependencias estatales.
Por parte del Congreso del Estado de Veracruz, destaca como tutora la diputada local del PRI, Erika Ayala Ríos.
También se tiene en esta lista, a los institutos tecnológicos superiores de Cosamaloapan y Poza Rica, el Instituto Veracruzano de Cultura (IVEC), la Universidad Hernán Cortés.
Además de organizaciones sociales, campesinas, cafetaleras, ganaderas, la mayoría de los centros participantes corresponde a nombres genéricos como Pozolería Adelita, Estética Elegance, Taquería Xanath, Carnicería Olinda, “Tania” (sic), así como carnicerías, funerarias, ranchos, autolavados, tortillerías, taquerías, papelerías, abarrotes, vulcanizadoras, talleres para la construcción, carpinterías, pollerías y panaderías.
Todos estos centros de trabajo enlistados dieron espacios a los jóvenes “ninis” para recibir el apoyo federal y, de esta manera, capacitarse y fortalecer sus conocimientos en el campo laboral.
No obstante, este programa federal ya ha sido objeto de señalamientos por presuntas anomalías detectadas en el padrón de becarios y centros de trabajo.
Como respuesta a la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad respecto a la “Auditoría del Padrón del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro”, en el que se analizan casos en la Ciudad de México, la STPS aclaró, entre otros puntos, que la información publicada respecto de los centros de trabajo no constituye un padrón, pues “no reciben recursos públicos”.
En un comunicado de prensa, publicado el pasado 29 de agosto, detalló que el listado de empresas, negocios, tiendas de abarrotes, instituciones públicas, organizaciones sociales, entre otros, son actores que “se han comprometido a recibir aprendices y formarlos”. Asimismo dentro de la plataforma oficial del programa, la dependencia federal aclara que “la información presentada es de carácter informativo y preliminar, sujeta a cambios”.
Sin embargo, las evaluaciones realizadas por parte de centros de estudios a los programas públicos destinados al desarrollo social tanto en el país como en los estados, han sido una constante llamada de atención sobre las condiciones de opacidad con las que operan dichos programas, en lo que se ha advertido las condiciones de vulnerabilidad de ser utilizados a fines distintos para los que fueron creados, con lo que se limita la capacidad de resolver de manera sustantiva los problemas en materia social y de grupos vulnerables.
Cabe recordar que en 2018, en el autodiagnóstico presentado en la plataforma de IPRO (Iniciativa para el Fortalecimiento de la Institucionalidad de los Programas Sociales en México), desarrollada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y Transparencia Mexicana, se reportó que la asignación presupuestaria a los programas sociales no obedecía a criterios de transparencia y rendición de cuentas, y no estaban sujetos a controles eficaces de fiscalización.
No obstante, la nueva administración federal, en el caso particular de la STPS, ha subrayado que mantendrá un ejercicio de mejora en el funcionamiento del programa, “con base en evidencia y estudios rigurosos e imparciales”.