Orizaba, Ver.- El constante aumento al precio de la gasolina y refacciones, los trámites del seguro y el precio de las unidades del año son problemáticas que afronta día a día el gremio taxista en la zona de las Altas Montañas, coincidieron Jairo Guarneros Sosa, representante del Grupo Regional Independiente de Taxistas de Orizaba (GRITO) y, José Luis Tiza Arias, presidente de la Organización de concesionarios y conductores del transporte público en esta región.
Guarneros Sosa dijo en entrevista telefónica, que la situación para los trabajadores del volante se agrava todavía más con el servicio que se presta a través de plataformas y del servicio irregular que hay alrededor del transporte público, “que no ha sido visto por el Estado como una problemática a resolver".
Y como un “plus’, dijo, está la situación económica por la que atraviesa el país, que también afecta a este gremio. El representante del Grupo Regional Independiente de Taxistas de Orizaba recordó que en esta zona, como en el resto del estado, la tarifas no han aumentado de manera oficial desde hace más de dos décadas.
Recordó que, desde hace más de 20 años el Gobierno del Estado no autoriza incremento en la tarifa de este servicio, lo que ha provocado que los mismos ruleteros la aumenten conforme les pega la situación económica que prevalece.
“La pasividad por parte del gobernador Cuitláhuac García Jiménez ha generado que no haya una armonía en el costo del servicio, que es disparejo, pues hay quienes en su lógica plantean un precio por su servicio y, otra lógica, -también válida-, establece tarifas de acuerdo a la situación económica y todos los gastos que tienen como concesionarios del transporte público. Por eso tienen que aumentar más el costo por el servicio y, quien sale más perjudicado es el usuario”, expresó.
Detallan que hay quienes cobran la corrida mínima en 40 pesos en el primer cuadro de la ciudad.
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En Orizaba circulan 2 mil 600 unidades
En Orizaba circulan, dijo, unos 2 mil 600 taxis, legales; otros, de los que no se tiene cifra, prestan el servicio sin autorización del estado; en la región hay unos 5 mil.
“Es complicado dar una cifra porque la Dirección de Transporte no tiene un censo de éstos. Si a duras penas te pueden decir, desde la propia dirección, cuántas concesiones hay en el estado, es más complicado que diga cuántos taxis dan el servicio sin tener la concesión”, resaltó.
Señala que identificar a los taxis irregulares es difícil, porque no todos los vehículos que circulan sin placas lo son, ya que hay taxis que no tienen la lámina porque se hizo un cambio de unidad y están en espera del aviso. Ellos tienen un título, un acuerdo u orden de pago por los derechos de la concesión, que muestran en el medallón trasero de la unidad.
Sobre si hay servicio por aplicación, Guarneros Sosa resaltó que sí lo hay y, lo hicieron de manera tramposa, porque metieron unos cuantos taxis y el resto son vehículos particulares. “El gran problema es que la sensación que esto deja al transportista es que al Estado le importa poco lo que pasa en transporte público; no le importa ni a la Secretaría de Seguridad Pública, que es la responsable de la Dirección de Transporte”.
Enfatizó que son ellos los que tendrían que diseñar una estrategia para enfrentar esa problemática que hay en el transporte.
Estudiantes, sector que mueve la economía de los taxistas
Por su parte, José Luis Tiza Arias resaltó que como en todos los sectores, el del servicio público de taxi tiene temporadas buenas y malas.
La que transcurre, dijo, es buena pues se reanudaron las clases y se normaliza el servicio, pues los estudiantes mueven gran parte de la economía de los prestadores de este servicio, que de ahí sostienen a sus familias. “Hay trabajo, no al cien, pero sí para sacar los gastos”.
Sobre el servicio mediante aplicaciones, dijo que hasta el momento no se ha propagado en la región. “Sí hay servicio mediante aplicación, pero se utiliza a los mismos taxis. Uber no puede dar el servicio de transporte público porque en el estado la ley contempla que para brindarlo debe contar con una concesión y esa la da el gobierno”.
Destacó que no está en contra de que entren, pues “el sol sale para todos”, pero que se haga conforme a la ley y a derecho.
La recomendación que da a los trabajadores del volante es “Que se pongan las pilas dando un servicio de calidad, que satisfaga la necesidad del cliente, tanto en la atención como en precio, porque nos debemos a ellos y tenemos que estar a la altura”.