Orizaba, Ver. – Entre las decenas de personas que llegaron a venerar las reliquias de San Judas Tadeo, el pasado lunes 9 de septiembre, conocimos a "Pepe" y "Mary", la historia de un matrimonio que lucha contra el cáncer fortalecidos por su fe en Dios y sus creencias.
"Pepe" contó que el año pasado a su esposa le diagnosticaron cáncer de seno y la vida de ambos cambió.
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Dijo que fue a través de los resultados de un examen de mama realizado en su centro de trabajo como Mary fue alertada del daño que presentaba.
El solo hecho de escuchar el nombre de la enfermedad y el historial que arrastra los hacia palidecer ante un futuro incierto.
“Mary se hacia la fuerte, pero a leguas se le notaba el miedo, la depresión y aunque no me decía en algunas ocasiones la encontró llorando en silencio, soportando el dolor de la incertidumbre”, cuenta nuestro narrador.
¿Por qué "Pepe" le teme al cáncer?
Y es que no es para menos, uno de los mejores amigos de Pepe murió de cáncer; una de sus amigas fue víctima mortal de esa enfermedad y hasta su perrita Alegra había fallecido de dicho mal.
Pero Pepe y Mary no se dejaron, él cuenta que a partir de la detección del daño, su esposa se dispuso a colaborar con los médicos del Hospital del IMSS de Orizaba.
“Cumplía cada indicación al pie de la letra, nunca faltó a sus citas y fue notificada que el 22 de febrero internada para ser operada al día siguiente, el 23 un día antes de su cumpleaños”, nos cuenta Pepe.
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“Ese día salieron de casa mi esposa y mi hija, como siempre las despedí con gusto, con alegría y con la esperanza de que regresarían mejor”, menciona el entrevistado.
Pepe señala que desde el momento en que su esposa le comentó lo del daño que padecía ambos se unieron más y su fe en Dios se mantuvo fuerte, firme.
Recuerda que para cuando llegó el momento de la operación, se refugió en su hogar y empezó a orar.
“Y en eso no se como veo la imagen de San Juditas y me acuerdo que lo llamaban el santo de los casos difíciles, tomó la veladora y para sorpresa mía traía la oración que se le hace”, expresa Pepe.
“Le rece, le pedí de todo corazón y con todas fuerzas por la salud de mi esposa, para que saliera bien de su operación y sanara”, dice.
A siete meses de la operación Mary se encuentra en recuperación, los médicos le han dicho que debe de estar en tratamiento por cinco años y todo parece indicar que va por buen camino.
A la fecha Mary hace su vida como antes de la operación, a veces resiente los estragos del tratamiento, pero dice los va a superar.
Pepe termina el relato agradeciendo a Dios los beneficios para su esposa, a San Judas Tadeo por ser el intercesor para ello y a los creyentes les pide que no dejen de tener fe en sus creencias.
“Cuando supimos que las reliquias de San Judas Tadeo estarían en la ciudad nos dispusimos a venir a verlo para agradecerle personalmente la atención y a venerarlo, siento que lo tenía que hacer”.