“Sin importar la edad, es natural que cualquier ser humano experimente una cierta dosis de celos”, afirma la psicóloga Adriana Córdova Plaza, quien aclara que si éstos desencadenan el sentirse superado y sin posibilidad de avanzar o tener comportamientos que cieguen la razón es necesario pensar en ayuda profesional, pues la historia misma da cuenta de que en casos extremos se puede llegar a la violencia física, homicidio y suicidio.
Específicamente en las relaciones de pareja, lamenta que los celos estén altamente relacionados con la violencia de género, la cual muchas mujeres y hombres viven día con día. Por ello, considera oportuno observar y reflexionar sobre qué motiva los celos: “¿Desconfianza, miedo a perder al ser amado, dudas con respecto a qué tan importante se es para la otra persona?”.
Si no hay algo real para estar celoso, la psicóloga sugiere trabajar en la autoestima y el amor propio: “Valorarte como ser humano único e insustituible te brindará herramientas para no compararte con nadie, y aumentará tu seguridad”, afirma para enseguida precisar la importancia de entender que “la pareja no es una pertenencia”.
Entre las señales indicativas de tener comportamientos celotípicos serios menciona el surgimiento de la necesidad de revisar el celular de la pareja y oler a la persona, sus objetos o su ropa en búsqueda de rastros “del otro(a)”. También, seguirle para verificar que va a donde ha dicho que se dirige, acompañarle o recogerle de su trabajo para poder tener mayor control, llamarle constantemente y vigilar, siempre vigilar; estas acciones llevarán a lo que no se quiere: generar relaciones no saludables y que finalmente la pareja se vaya, advierte.
“Las personas con celos excesivos tienen una alteración en el contenido del pensamiento que provoca distanciarse de la realidad para concentrarse en los celos”, declara Adriana Córdova.
Expresa además que las relaciones de pareja, para que funcionen, tienen que estar basadas en la confianza, el respeto, el amor, la ayuda mutua y el apoyo para permitir que el otro (a) continúe su desarrollo en todos los aspectos.
En cuanto a cómo tener una autoestima sana, explica que en general se construye a través de valores universales como la libertad, la honestidad, la responsabilidad, el respeto, la fe, la bondad, la congruencia, el amor y la amistad, por mencionar algunos.
“La persona se conduce estando en paz consigo y con el mundo. Es creativa, sirve a otros, es honrada, amigable, piensa, siente y dice de la misma forma”.
EDUCACIÓN TEMPRANA
Marcos Arriaga Martínez, especialista en terapia de pareja, aconseja a los padres entablar charlas con los hijos desde edad temprana y posteriormente cuando son adolescentes, “así, desde sus primeros noviazgos sabrán que se puede estar muy enamorado, pero eso no significa que la elegida en ese momento sea la única persona con la cual se puede compartir el tiempo. Si se enseña a evitar la idealización, se está cimentando un pilar fundamental no solo en la relación de pareja sino en la vida misma”, afirma.
Otros puntos que destaca son: “No cambiar la forma de ser, al contrario, evitar la pérdida de la identidad; tener el suficiente amor propio para saber cuándo es tiempo de alejarse de quien solo está causando daño; evitar la dependencia emocional, y perderle miedo al sufrimiento de dar por terminada una relación que no funciona”.
Enfatiza que sin importar qué tan joven o adulto se sea, por naturaleza, todos estamos preparados para superar las despedidas y volver a amar: “Y si no se puede solo, para eso hay profesionales”.