Orizaba, Ver.- Si bien la inseguridad que se registra en la región es un tema complejo que preocupa al municipio, el alcalde Igor Fidel Rojí López hace lo que está dentro de su competencia para que el entorno de los orizabeños esté tranquilo, mencionó en entrevista.
Tras los hechos delincuenciales que se registraron durante el pasado fin de semana, en municipios de la zona como Acultzingo y Fortín, el alcalde destacó que todos los días en la Mesa de la Paz exponen la problemática y conjuntamente con las autoridades correspondientes toman acuerdos (que no pueden dar a conocer), sin embargo, reconoció que sí hay preocupación, por lo que el Ayuntamiento y la Policía Municipal están muy atentos con el C5 y las cámaras que están instaladas en la ciudad para contener la delincuencia.
Es un problema que se ha enfrentado desde hace muchos años en esta zona y tenemos que seguir atendiendo lo de manera muy específicamente por parte de la policía de Orizaba
Sobre la posibilidad de que en esta ciudad se instale un cuartel de la Guardia Nacional dijo que es un tema que corresponde a la Federación.
“Yo no puedo declarar sobre esto, ellos a fin de cuentas saben el análisis que guarda la región en materia de seguridad y decidirán qué es lo que se necesita. Nosotros estamos en la disposición de colaborar”, dijo.
Agregó que el municipio da el ofrecimiento y la zona en la que debería instalarse el posible cuartel de la Guardia Nacional en la ciudad, pero será decisión de la Sedena y de la gente que maneje esta Guardia, en dónde se instala.
Sobre las cámaras de vigilancia recordó que aquí hay un C5 municipal, controlado y administrado por gente del Ayuntamiento y desconoce el avance de las cámaras del estado.
En el C5 hay 120 cámaras que son del municipio.
Las del Estado eran 100 que estaban instaladas, pero no las tenemos conectadas nosotros, tenemos capacidad para recibirlas, pero no las tenemos conectadas ahorita
Finalmente, indicó que al ser Orizaba una ciudad, en la región centro, donde hay una mejor situación económica como consecuencia del turismo, la gente trata de venir acá a tratar de ganarse unos centavos, a trabajar, a restar sus servicios, es natural.
Eso, dijo, pasa con la Ciudad de México; la corriente migratoria que llega la ha hecho una megalópolis. “Orizaba está todavía regularmente controlada, porque somos un municipio muy chiquitito, somos 29 kilómetros cuadrados.
De alguna manera sí hemos detectado ese fenómeno, nos está llegando gente de fuera a pedir dinero, a vender artesanías, a tratar de trabajar o de prestar algún servicio y nosotros tenemos que recibirlos, es parte del desarrollo económico del municipio”, concluyó.