Orizaba, Ver.- Sacerdotes de la Diócesis de Orizaba trabajan en rescatar lo que hay de bueno puro y noble, respecto a la fe en la religiosidad cultural que los fieles mantienen al celebrar la festividad de la Virgen de Guadalupe, para purificar lo que no corresponde a la fe cristiana, sino que es más folclórico o cultural, como la inclusión de bandas y quema de cohetes en las peregrinaciones.
Hasta hace algunos años en esta ciudad, durante los días previos al 12 de diciembre era común escuchar pasar peregrinaciones al Santuario Diocesano y durante su camino el tronar de cohetes, que se incrementaba al llegar al templo; así como del característico sonido de las bandas de guerra que encabezaban los contingentes.
Sin embargo, desde hace por lo menos cuatro años, la dirección de Gobernación pidió a los coordinadores de las peregrinaciones que llegan al Santuario Diocesano, abstenerse de echar cohetes pues se prohibió su uso y, a los sacerdotes les exhortó hacer esa recomendación entre sus feligreses.
“En eso se ha tratado de ir purificando y hay un gran avance de parte de las distintas peregrinaciones para ir acatando las regulaciones civiles y eclesiásticas que se les han estado pidiendo”, subrayó.
Actualmente casi no se escuchan que en las peregrinaciones echen cohetes porque entre los encargados del Santuario y la diócesis promueven una actitud de moderación y sobre todo de interiorización, “para que realmente sea una experiencia de peregrinaje y no una comparsa o algo que pueda distraer la atención de quienes participan”, destacó el sacerdote.
Reconoció que los feligreses han ido asumiendo la exhortación que se les ha hecho, también, para una sana convivencia con la sociedad civil que no participa de su credo.
Aunque la festividad de la Virgen de Guadalupe es el día 12, desde el día 10 por la noche se realiza lo que se conoce en la región como el Alba, desde ese día no se cierra el Santuario; el día 11 a la media noche se cantan las Mañanitas a la Virgen y el gran acto de veneración es el 12 y no solo en el Santuario Diocesano, sino en las distintas parroquias, especialmente en las que están dedicadas a la Virgen de Guadalupe donde fieles católicos e incluso quienes sin serlo, la veneran.