XALAPA, Ver.-Desde hace más de una semana, el profesor de idiomas Julio del Mar se dedica a dar agua y alimento a los más de 30 gatos que viven abandonados en el antiguo panteón 5 de Febrero.
Conmovido por la situación de esos animales, diariamente hace un esfuerzo por pasar a visitarlos, darles agua y croquetas.
El docente da clases particulares y aunque sus ingresos disminuyeron a causa de la contingencia sanitaria, dice que es importante no descuidar a esos "animalitos", que sienten y sufren como cualquier ser vivo con necesidades.
Al inicio, los gatos desconfiaban de él cuando lo veían acercarse, sin embargo, tras reconocer que solamente les lleva comida y con el paso de los días comenzaron a tenerle confianza.
Algunos de los gatos lo reconocen a simple vista y empiezan a asomarse por el portón en espera de que el maestro saque el alimento que lleva en bolsas.
De inmediato, los mininos se reúnen para disfrutar de la comida y del agua que reciben.
El profesor dijo amar a los animales y que todos aquellos que son nobles con esos seres vivos demuestran que pueden ser sensibles y buenos con sus semejantes.
Durante el tiempo que ha dedicado para alimentar a los gatos del antiguo panteón, dice que se ha percatado de la existencia de al menos 30 felinos de diversas edades y colores, algunos con ojos de color azul intenso y otros con pelaje negro brilloso, como las panteras.
Entre los gatos hay uno que identifica como "el más viejo", pues basta con verlo para notar que camina con cansancio e incluso en su rostro se puede ver el efecto del paso del tiempo.
Para los próximos días el docente contempla llevarles un poco de leche y pide el apoyo de la ciudadanía para que esos animales y todos aquellos que se encuentren en condiciones similares reciban el apoyo necesario para que dejen de sufrir.
Su amor por los gatos la llevó a tener 13 "mininos"
Patricia Barradas cuenta con 13 gatos y gatas adoptados o que llegan a su casa, pues desde 2017 empezó con una gata y ahora su gusto por estos felinos aumentó. Platicó que ese año empezó con Mikaela, después llegó otra gatita que daban en adopción y estaba en malas condiciones.
Debido a que ellas tuvieron camadas dio algunos en adopción, pero no todos encontraron casa, así que ella se los quedó. “Después fui rescatando a los que me encontraba en la calle y bueno así pasó hasta llegar a tener 13 gatitos”, dijo.
La también fotógrafa comentó que su labor no para ahí, también ha ayudado a algunos gatos callejeros y a los gatitos del panteón 5 de Febrero, a los que lleva comida. Recordó que a ella en un principio no le gustaban los gatos porque uno se llevó a su conejito, pero al adoptar a Mikaela se ha dado cuenta que son muy cariñosos y buenos compañeros.
Isabel tiene 17 años, tiene apenas una gata que se llama Galleta y la acompaña a todos lados, en caso de que Isabel esté sola. Galleta fue regalada y enseguida la adoptaron, le pusieron sus vacunas, cada vez que le da de comer pasea entre sus piernas y alza la cola de que ella está feliz.
Con información de Melissa Hernández