Orizaba, Ver.- Una bolita de masa lleva en medio una cucharada de frijoles refritos que cuando se ponen al calor del aceite crean una memela de frijol o memela inflada, pero doña María Luisa, vendedora del mercado Cerritos ha reinventado esta receta que le ha valido de reconocimiento gastronómico.
Recuerda que hace tiempo un joven llegó a desayunar a su puesto y pidió que a su memela de frijol le pusiera carne deshebrada y poco a poco empezó a reinventar los rellenos teniendo en variedad el picadillo, queso, choriqueso, champiñones, tripa, flor de calabaza y bistec, "al leer el menú le sorprendió los diferentes rellenos que manejo para mis empanadas por lo que me pidió que a su memela de frijol le pusiera carne y desde ahí empecé a vender las memelas rellenas".
Su innovación culinaria le ha valido del reconocimiento de las personas y de medios de comunicación que han llegado desde la Ciudad de México para conocer a María José, quien recuerda batalló mucho para tener su puesto en el Mercado Cerritos y hoy, 11 años más tarde, conserva su alegría y sonrisa para recibir a sus clientes, a pesar de que todos los días se levanta a las 04:30 de la mañana para preparar los diversos guisos de sus antojitos.
Cabe destacar que desde hace 8 años doña Mari, como es conocida cariñosamente entre sus compañeros del zoco, empezó a vender las memelas rellenas a las que acompaña con queso, crema y lechuga, todo esto dentro de la infladita.
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En su puesto hay dos tamaños de memela de frijol, chica y grande; la preparación consta de un poco de masa a la cual con sus manos da la forma de una pelota, hace un orificio en medio al cual le pone frijoles refritos con manteca de cerdo, vuelve a dar la forma de la bola y la coloca entre dos plásticos en la prensa de metal para posteriormente ampliarla más con las palmas de su mano apoyada en una base de madera, esta, es pasada por aceite caliente para formarse poco a poco la infladita.
Luego, así calentita, con un cuchillo, abre la memela y poco a poco empieza a rellenarla al gusto del cliente para añadir lechuga finamente picada en julianas, cerrar la memela y decorarla con queso y crema, pero también de entre su variedad de salsas pone en jaque a sus comensales quienes llegan a comer su memela rellena con dos salsas.
De entre su variedad de salsas están la crema de habanero, piña, cacahuate, verde, verde guacamole, salsa de jitomate, chipotle, ranchera, mancha, habanero puro, fresa, mango, tamarindo y guayaba que son hechas por su hija.
Originaria de la comunidad Tlanepaquila, Zongolica, desde hace años vive en la ciudad de Orizaba, donde aprendió a preparar las fritangas, "empecé a vender los locatarios fuera del mercado, pero con el tiempo cerraron las puertas y pues fue donde empecé a buscar como poder estar en el mercado".
¿Cuándo llegó doña Mari al mercado "Cerritos"?
Recuerda que a los 21 años empezó a aprender a hacer los antojitos y eso le valió del reconocimiento gastronómico.
Su hija le dio la idea de poner un puesto dentro del mercado y busco la forma de poder tenerlo, fue un tiempo de espera y un mes después le dieron el espacio, con su mesa de madera y sillas empezó su negocio.
"Para mí ganar 700 pesos era mucho, pero las ventas empezaron a bajar y ganaba 50 pesos y los fines de semana eran 200 pesos, mi hija se quedaba acá y yo salía a vender a la Alameda y la Concordia, aquí aún no deje de trabajar con la señora de quien aprendí".
Cuestionada de cómo vivió el Covid-19, doña Mari agradece que el mercado Cerritos no haya cerrados sus puertas, pero si la clientela bajó, lo que le representó a ella y a sus compañeros pérdidas económicas.
Siempre amable con los clientes, doña Mari está todos los días en su local atendiendo en compañía de dos jóvenes y orgullosa de lo que hace le pone amor y pasión a lo que prepara.