Amatlán de los Reyes, Ver.- En su casa deja el quehacer listo, tras ello sale temprano para llegar al lugar donde colabora como voluntaria, una labor que le llena el corazón de emociones diferentes.
Julia Ramírez Rojas es integrante de Las Patronas, el grupo de mujeres las cuales ayudan en su paso a los migrantes, quienes viajan en el tren para llegar a los Estados Unidos en busca del sueño americano.
Con 17 años de pertenecer al grupo, ha convivido con decenas de personas procedentes de otras nacionales, quienes han contado sus historias, las situaciones por las cuales han pasado en su trayecto por llegar al país del norte.
Julia es viuda y tiene un hijo de 26 años de edad, quien trata de apoyarla en su labor y hacerla sentir menos preocupada por estar fuera de casa realizando su labor de apoyo.
Su interés por ayudar al prójimo nace hace muchos años cuando un joven de aproximadamente 16 años ingresó a su casa a pedir ayuda, un muchacho el cual tenía el sueño americano y lo ayudo. Tras ello se unió a Las patronas.
Ese día el joven se acercó a Julia para pedirle un taco o tortilla dura, puesto que llevaba 3 días sin comer, entonces ella le respondió que solo tenía frijoles y huevo, lo cual proporcionó al migrante mientras platicaba con su esposo aun vivo.
Este joven se acercó a Julia y le pidió la bendición puesto que viajaba solo para llegar a Estados Unidos, “yo veía que el joven quería algo más que la comida, se acercó a mí y me dijo que viajaba solo y que de favor le diera la bendición, que yo fungía como su mamá en este camino”.
Con lágrimas en sus ojos, Julia recordó esta anécdota que le refirió a su único hijo despidiéndose de ella “le di la bendición y él me respondió ahora si me puedo ir tranquilo y contento”.
En ese momento Julia pensó que era una señal de Dios y que el camino que había tomado para apoyar a los inmigrantes era el indicado, el correcto el cual llenaba su corazón satisfacción.
Para ella el seguir apoyando a los inmigrantes es algo positivo en su vida desde que falleció su marido y su hijo creció, en ese lugar pasa fechas importantes, rodeada de gente que pese a que están unos días les toma cariño y los recuerda con mucho afecto.
Jamás olvidaré a aquel muchacho que la impulso aún más a realizar esta labor social con Las Patronas.