Orizaba, Ver.- El uso del cubrebocas debe mantenerse como un acto de responsabilidad con la salud propia y la de los demás, pues en los lugares donde se quitó la medida se incrementó el contagio de las variantes implicadas, porque la pandemia todavía no termina, aseveró el Padre Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis de Orizaba.
Al cuestionarle sobre la conveniencia de seguir usando la mascarilla, pues en ciudades como Shanghai, China, país donde tuvo origen el primer caso de Covid-19, la población está estrictamente confinada en sus hogares por un nuevo contagio masivo de la enfermedad, dijo que esta medida la deberíamos de aceptar como algo que nos ayuda a combatir no solo la pandemia, sino otras enfermedades.
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“Hay países que tienen un desarrollo industrial y cultural, como Japón, que antes de la pandemia ya utilizaban la mascarilla como una medida de prevención contra las alergias, contra la contaminación; entonces no debería haber algún complejo o resistencia al uso de la mascarilla mientras veamos que todavía hay casos, mientras sabemos que los niños no han sido vacunados, mientras no se ha dominado completamente esta pandemia para hacerlo algo endémico”, resaltó.
Reconoció que puntualizar sobre el tema podría parecer insistente, pero muchas comunidades se han disciplinado y usan el cubrebocas sin ningún rechazo. “Es parte de la educación que una persona puede manifestar, si está libre de ideologías y fanatismos”, pues mencionó hay algunos grupos que han promovido el rechazo categórico a esta medida, aún en la época de crisis de la pandemia.
Consideró que la población debe ir todavía más allá, a un razonamiento médico. Se debe de consultar con el médico que tenemos, que conocemos, con el médico familiar; “ellos son los que nos pueden orientar y no personas que no conocen de medicina o no conocen cuáles son las necesidades que se requieren para seguir protegiéndonos y protegiendo a los demás”, concluyó.