El estado de Veracruz es el que mayor número de casos de la enfermedad de Chagas reporta a nivel nacional, dio a conocer Bertha Espinoza Gutiérrez, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, quien participa en el Cuarto Congreso Internacional de Vectores. Panorama actual y perspectivas.
De acuerdo con investigaciones realizadas, este parásito (chinche) vive en ambientes muy cálidos, húmedos y templados e incluso se presentan datos que evidencian que las hay al nivel del mar y hasta más de mil metros de altura.
“Esto quiere decir que hay mucha variedad, hay más de 31 especies del vector”, dijo y agregó que éste habita dentro de la casa, en el peridomicilio y en el área silvestre y es el principal factor de riesgo para contraer la infección.
La enfermedad de Chagas se adquiere por vía vectorial, es decir, por una chinche que se alimenta de sangre y cuando están infectadas pican a la persona, al llenarse de sangre defecan sobre la persona y al rascarse el parásito entra a través de la piel al torrente sanguíneo donde permanece de siete a 10 días y posteriormente infecta órganos y tejidos.
Los principales órganos que defeca son vísceras, intestinos, vaso y estómago y finalmente el corazón, es cuando sobreviene la muerte. Señaló que muchos de los casos de muertes por infarto en el país podrían estar relacionados con esta enfermedad.
“Es una infección que no tiene cura, no hay vacuna contra ella y en un cierto porcentaje de casos se llega a dar la muerte del individuo. Sí hay síntomas, pero como son relacionados a padecimientos cardiacos se confunden con una enfermedad cardiaca, que en el país están en los primeros lugares de mortalidad”.
Espinoza Gutiérrez señaló que la fumigación masiva es una medida no muy recomendable pues puede afectar a otras poblaciones que pueden ser benéficas al medio ambiente. Entre las medidas que recomienda a la población tener en cuenta están: tener a animales domésticos como perros y gatos fuera de casa; en el peridomicilio tener los gallineros y conejeras lo más alejados de la vivienda.
Cabe mencionar que debido a los registros de casos existentes y a la gravedad de la enfermedad, como parte del congreso, los participantes se dieron a la tarea de hacer toma de muestras en las comunidades rurales.
"De ayer para hoy dejaron unas trampas para atrapar chinches y hoy ya había en ellas esos parásitos", explicó por su parte Soledad Lagunes, docente integrante del comité organizador del congreso.
Señaló que debido a que para la población es muy normal ver que las chinches están en la pared, abajo de la cama, no les dan mayor importancia porque desconocen que transmiten la enfermedad y la gravedad de la misma.
"Lo más que hacen si las llegan a ver es echarles un poco de insecticida, pero no actúan para buscar un tratamiento".