Víctor Murguía Velasco vio la luz de la vida en verano, en junio de 1962; en coincidencia, es también en verano cuando cierra uno de sus ciclos fundamentales, su carrera como periodista incansable en Diario de Xalapa, su casa editorial durante 38 años.
Corrector, reportero de casi todas las fuentes informativas, jefe de Información, de Redacción, subdirector y director desde enero de 2011 hasta el 15 de julio de 2022, el periodista nativo de Veracruz tomó la que dice ha sido la decisión más difícil de su vida: jubilarse y por fin descansar.
En un acto de gratitud, la Organización Editorial Mexicana y el personal del Vocero de la Provincia le dieron un adiós al jefe Murguía en emotivo festejo, donde no faltaron los aplausos, las remembranzas y las risas provocadas por las chuscas anécdotas.
A nombre de la OEM, Claudia Clemente Medina fue la encargada de entregarle un reconocimiento al profesional de la comunicación, quien además recibió mensajes afectivos de algunos de los compañeros.
No hubo puestos que destacar en un encuentro caracterizado por la camaradería de quienes han pasado horas, días y años dedicados a contribuir a la publicación y distribución de Diario de Xalapa. Entre quienes le expresaron algunas palabras se escuchó el "te vas pero no te vas". Y es que quedan sus enseñanzas, su ejemplo de la cultura del esfuerzo y la pasión por lo que se hace.
A él le tocaron tiempos de guardias pesadas que los demás reporteros no querían hacer y sí, hubo quienes le pagaron… de esa forma podía hacerse de ingresos extra. Murguía, quien ya al frente del periódico siempre fue de pocas palabras cuando congregaba al personal, en reunión del 20 de julio, en el Gran Hotel Xalapa, habló mucho más y se sinceró: "Llegué con muchas ilusiones y ganas de trabajar pero no pensé que sería director".
En el recuento de los años recordó especialmente cuando recibió una llamada de Mario Vázquez Raña para verse en la Ciudad de México. A la propuesta de si quería ser director hubo una respuesta afirmativa, con la clara idea de que empezaba la cuenta regresiva, porque no había otro escalón.
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Aquellos pensamientos de cuando caminaba por la calle Guillermo Prieto hoy son solo una anécdota. Nunca se puso un plazo pero ahora prioriza el tiempo para sí mismo y su familia, con los mejores deseos para el periódico. “Todo cambio implica la posibilidad de mejorar y nada me pondría más contento que así sea”.
La despedida de Víctor Murguía
El periodista se refirió además a los desafíos que enfrentan todos los medios de comunicación, pese a ello, opina que OEM está dando los pasos adecuados para salir avante y fortalecida de esta etapa.
Con palabras de gratitud, así se despidió de sus compañeros quien empezó su camino en el periodismo no en Diario de Xalapa sino en Diario de Veracruz, integrante de Editorial Pabello Acosta, en 1979.
Allí fue corrector y reportero, y coincidió con Gilberto López Chion, Alma Elena Gutiérrez Leyton, Gustavo González y Óscar Pedro, por mencionar a algunos de sus colegas. Trabajó después en Notiver de Alfonso Salces y en El Diario del Sur, de Ángel Leodegario Gutiérrez. Fue en abril de 1984 cuando, apoyado por “Yayo”, llegó a Xalapa, la ciudad que lleva en el corazón.
Del tiempo transcurrido en el Vocero de la Provincia le es difícil destacar acontecimientos. Ha habido alegrías y grandes tristezas.
“Como la muerte de mis padres y el asesinato de mi primo, su esposa y mi sobrino. La muerte de compañeros y de amigos. Pero el trabajo en un periódico es adictivo para los que le hallamos sabor”, expresó.
A la pregunta de qué ha significado el periodismo para él, responde que ha sido la posibilidad de estar en contacto con miles de personas que no conoce y aun así lo han leído y leen el periódico que dirigió.
Eso siempre lo tuve presente: el lector quiere historias verdaderas, ser escuchado, que se sepa de sus problemas y anhelos
"Que si no es su historia la que lee en las notas, sí refleje lo que sufra o goza. Para ello debe ir por delante la verdad. Eso es lo primero que exige un lector, la verdad, y hay que dársela. Para mí el periodismo ha sido mi vida durante cuatro décadas pero he decidido dar por terminado este ciclo pues ahora hay que entrar a otra etapa”.
Murguía no se retira del todo, dice que seguramente sabremos de él y sus escritos en relativamente poco tiempo. Mientras tanto hace ya algo que durante varios años no pudo hacer bien: descansar.
Al más puro estilo de otro periodista veracruzano, Rafael Solana, se levanta de su asiento —el que le tocó ocupar en la vida, y que nunca intentó dejar por buscarse otro mejor— satisfecho de haber disfrutado la función.
Nota publicada en Diario de Xalapa