Xalapa,Ver.- Antes de 1980 y varios años después, las tasas de violencia en México eran tan altas e incluso más que las que se dan en la actualidad; para los ciudadanos este fenómeno no era tan obvio porque la violencia estaba orientada básicamente a las zonas rurales y los medios de comunicación no tenían la oportunidad de reproducir una información de manera rápida, afirmó Víctor Manuel Andrade Guevara, doctor en Historia y Estudios Regionales e investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana.
“A partir de la década de 1990 comienza a darse una curva de descenso significativo en lo que se refiere a violencia que llega a su punto más bajo en 2004 y a partir de ahí inicia otro ciclo de violencia que tiene que ver con los procesos de falta de centralización del poder del Ejecutivo ya que con la transición se pierde fortaleza y los grupos del crimen organizado se diversifican, lo que genera una multiplicación de la violencia propiciada ahora por la demanda de droga de Estados Unidos”, dijo.
Para el investigador, la falta de democracia trajo consigo el incremento de la corrupción y hasta mediados de los años 1980 existía en México lo que se llamaba crimen organizado de estado “en el que las policías y parte del ejército coordinaban a los grupos del crimen organizado, pero una vez que se da la transición ya no tienen todos los poderes y esto se diversifica y los distintos grupos en lugar de dejar de ser comandados por las instancias estatales comienzan a crear sus propios grupos armados”.
Indicó que el factor familiar no es determinante y que ello se advierte en el hecho de que ser hijo de una familia pobre no quiere decir que se sea delincuente, si eso fuera así entonces los municipios pobres del estado estarían llenos de delincuentes y no es así, en cambio las zonas conurbadas son las que mayores problemas de violencia presentan porque en ellas existe mucho contraste entre los niveles económicos y de alta marginación.
Andrade Guevara manifestó que los nuevos gobiernos federal y estatal en el caso de Veracruz tienen la voluntad de combatir la violencia y la inseguridad, pero tener éxito dependerá de tener un diagnóstico y de la implementación de políticas adecuados y no basar el discurso en el énfasis de la pobreza porque este elemento no es el único factor de la violencia e inseguridad.
“Además, en tanto no tengamos instituciones que impartan justicia adecuadamente la situación no se va a resolver, por ello la creación de la Guardia Nacional no necesariamente será la solución si no va acompañada de otras medidas como son las de detener y sentenciar a los responsables de la inseguridad y de la violencia; si en este país sigue habiendo impunidad esto no se va a resolver así se duplique el número de policías y soldados en las calles”, aseveró.
En lo que se refiere a los feminicidios, expresó que es importante tener muy claro que este fenómeno tiene que ver con el incremento de la violencia en general y que incluso se habla de dos tipos de feminicidios: el feminicidio íntimo y el instrumental.
"El feminicidio íntimo es el perpetrado por la propia pareja o personas cercanas a la víctima y el feminicidio instrumental es el que ejecuta el crimen organizado, el narcotráfico y la trata de personas. Llama la atención que el primero de ellos tiene que ver con la reproducción de una cultura machista que en los últimos años ha tomado énfasis a pesar de los esfuerzos que realizan instituciones estatales por desaparecerla”, comentó.