IXTACZOQUITLÁN, Ver.- El amor a la tierra y al campo fue heredado, pero el esfuerzo diario y las ganas de salir adelante es algo que María Cristina Zárate lleva en las venas y en el corazón, una mujer emprendedora que ha sabido hacer de las plantas, la siembra y la cosecha, su mejor aliado.
Actualmente da trabajo a más de cuatro familias y es pionera en la exportación directa al extranjero de productos como chayote y hoja de ornato, consiguió colocar más de 80 toneladas de chayote a la semana en mercados internacionales antes de la pandemia.
Ella tiene una mentalidad de crecimiento que aplica no solo en el trabajo, también en la vida algo que comparte con sus hijos, "ellos al ver que haces las cosas bien, los hijos aprenden a hacer las cosas como se debe", explica que no ha sido fácil ser madre soltera de dos jóvenes, pero a sus 42 años ha sabido construir una Finca Agro Ecológica, 50% orgánica, única en la zona que a parte de la siembra tienen espacios ecoturísticos en donde los visitantes pueden conocer y montar a caballo, volar en parapente y aprender a hacer hortalizas esto en la Finca Jacarandas ubicada en Ixtaczoquitlán.
"Estamos en una temporada en donde la situación está difícil, por eso hay que sembrar comida, si tienes un traspatio debes sembrar, enseñar a los hijos a hacer una hortaliza de traspatio, ahora que están en casa por la pandemia podemos enseñarlos a hacer una actividad que deje algo para futuro para nuestros hijos, si siembras comida lo tienes todo", expresó María.
La Finca Las Jacarandas tiene 22 hectáreas de terreno en donde María Cristina tiene una plantación de cuna de moisés y anturios los cuales vende a Atlixco del estado vecino de Puebla, cuenta con siembra de plátano, café, plantas de ornato como palma, follajes y como su estilo de vida es innovar y aprender siempre actualmente está haciendo la siembra de calabacita de riego, la cual se apoya con la conservación de agua en un estanque con tliapia, estos pecesitos ayudan para darle movimiento al agua.
Ella vio a sus abuelos y a sus padres trabajar la tierra, creció entre las plantas y aprendió que una mujer de campo no solo está hecha para echar tortillas como ella lo explica:
"No solo es estar echando tortillas, no solo se trata de eso en el campo, hay muchas mujeres inteligentes en el municipio y en el estado, pero no han sabido explotar ese talento, gracias al campo puedo darle trabajo a 3 familias que me ayudan con la finca, he tenido la oportunidad de participar en diferentes eventos en agroalimentarias en la ciudad de México y me han dado reconocimientos por este esfuerzo", comenta con alegría por esta experiencia de vida.
María Cristina se siente atraída por el campo y por su bondad, su corazón está entregado a su siembra, los borregos, caballos, conejos y la cosecha que va desde el habanero y la calabacita, hasta el proceso de selección y tostado del café artesanal, el chayote y muchos productos de la tierra que generan en esta tierra fértil que no sería nada sin una mente emprendedora y fuerte como lo es ella que sabe que el ser mujer impone un reto mayor para alcanzar grandes sueños en el sector productivo de la agricultura sustentable.