Geri es un imponente pastor belga groenendael de dos años que participará en el Mundial de Perros de Rescate, en Ljubljana, Eslovenia.
De un pelo negro brilloso y de unos ojos color café, profundos, expresivos, Geri corre por todo el campo de entrenamiento del grupo de perros de rescate de la UNAM. “Au pied” grita David Cázares, entrenador y dueño de Geri, y el perro deja todo y se pone a su lado.
Del 18 a 23 de septiembre participará en la categoría de búsqueda al competir con 56 perros. Geri el único can que representa a México y el único de América Latina.
Ahí tendrá media hora para encontrar a una persona escondida entre los escombros, de ahí avanzará en las competencias.
El binomio canino
Es uno de los perros que auxilió en las labores de rescate en el pasado sismo del 19 de septiembre. Él, junto con tres pastores belga malinois y un labrador), realizaron 10 asistencias en 72 horas.
Recorrieron el colegio Enrique Rébsamen y los edificios en riesgo en Escocia, Gabriel Mancera, Saratoga, Petén, Bolívar y Chimalpopoca, Medellín y San Luis, Ámsterdam además de la colonia Lindavista.
“Busca” grita Cázares y el perro se arranca a olfatear entre una pila de escombros, colocados por los voluntarios de la UNAM que sirve como campo de entrenamiento de búsqueda y rescate.
Desde que era cachorro cuando tenía dos meses inició el entrenamiento de Geri, que, cabe decir no solo se limitó a un adiestramiento de obediencia.
“Se hace un trabajo de sociabilización, de ruido, de calor, de frío. Debe pasar un par de horas en la transportadora al principio, debe dormir ahí sin problemas”, explica Cázares.
Geri pertenece a David. Vive con él y en casa es un perro que como cualquier otro, siempre busca un lugar en la cama.
Tiene 8 años y el retiro no está entre los planes pues su agilidad aún puede explotarse. A los 10 empieza a bajar su rendimiento pero David confía en él.Cuando se retire, abandonarán la exigencia del entrenamiento y ya no acudirá a operaciones reales.
Contrario a lo que parecería, Geri solo come croquetas, “croquetas especiales” dice su dueño, complementadas con algunas verduras y frutas, casi no come carne.
México va por primera vez a un mundial
El programa de perros de búsqueda y rescate opera a través de voluntarios, quienes en su mayoría son universitarios, sin embargo, también hay personas externas a la máxima casa de estudios.
Constituido en 1987, tras los sismos de 1985 en la ciudad de México, tiene entre sus filas a “alumnos” cuadrúpedos, de razas que van desde Labrador o Pastor Belga Malinois, hasta Chihuahua.
Esta unidad de la UNAM es una de las dos mexicanas afiliadas a la Internationale Rettungshunde Organisation (IRO), máxima red mundial responsable en temas relacionados con búsqueda y rescate urbano para localizar personas bajo escombros.
Para la UNAM es un orgullo pues no es común ver a esta raza, acostumbrada a la compañía, certificado para labores de rescate y a buen nivel.
Los entrenamientos de unidad han logrado la certificación de estos perros operativos pese a que la prueba es muy difícil.
En 2013, un juez japonés visitó a la brigada pero reprobaron la prueba. No se rindieron. En 2015 Geri y Gala viajaron a Medellín, realizaron las pruebas y juez checoslovaco les otorgó la certificación.
La UNAM es la única que tiene perros certificados internacionalmente. Hasta este mes, suma 7 canes y uno en un mundial canino, competencia en la que ninguna institución en México ha participado.
Y puedes aplicar al programa
Para formar parte de los voluntarios sólo debes checar las fechas de selección del programa y acudir con tu mascota, que puede ser de cualquier raza y no necesariamente debe ser cachorro.
"Debes ser un alumno de la universidad para aplicar a la unidad aunque sí vienes de otra institución, no tendrás restricción. "Es una oportunidad, como estar becado", explica Julio Velázquez, titular del programa de perros de rescate.
Para saber más sobre los tiempos de reclutamiento debes enviar un mail a etapaseleccionunamk9@gmail.com y esperar a que el equipo responda sobre las fechas que abrirán.
Los binomios seleccionados deberán seguir en entrenamiento constante, pues este programa no tiene una duración definida. Hay personas que llevan más de una década perteneciendo a este grupo de ayuda en casos de riesgo e incluso han ido con sus canes a apoyar a otros países en emergencias.