El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) inició de manera formal el Proceso Electoral 2017-2018, con la advertencia de que no se permitirán trampas y el llamado a la ciudadanía a ejercer su voto de manera libre, autónoma y sin condicionamientos el 1 de julio.
En sesión extraordinaria el presidente consejero del INE, Lorenzo Córdova, expuso que, si bien las autoridades electorales harán su tarea para garantizar el voto libre y secreto, la mejor defensa a la compra y coacción es la dignidad y el rechazo decidido de los ciudadanos frente a esas prácticas.
“Todo intento por manipular el voto, por tratar de comprar las conciencias o coaccionar el sentido del mismo es una falta grave, se trata de un atentado no sólo a la dignidad de los ciudadanos, sino a la esencia misma de la democracia”, dijo.
Destacó la importancia de los comicios, al señalar que es el momento de las democracias para procesar y encauzar las diferencias políticas en paz y sin violencia, así como decidir sobre el futuro político del país en condiciones de igualdad.
“Votar constituye la conquista civilizatoria más importante en términos políticos, se trata de un derecho que nos iguala a todos, por encima de cualquier diferencia”, explicó.
Precisó que el voto constituye la herramienta más poderosa que, en democracia, tienen los ciudadanos para ejercer un control sobre el poder.
Con el voto, detalló, “los electores no sólo podemos decidir quiénes ocuparán los cargos públicos que se van a renovar, sino que podemos también ejercer un auténtico control ciudadano, premiando las buenas gestiones de gobierno y castigando a las que nos parecen malas”.
Coincidió con integrantes del Consejo General que las elecciones del 1 de julio son las más grandes de la historia electoral del país y que si bien las autoridades electorales federal y locales las organizan son los ciudadanos quienes las hacen.
Por ello, apuntó que ciudadanizar las elecciones “es la mejor garantía de que el voto cuente y se cuente bien” y que “desconfiar de los ciudadanos, que hacen la elección, es dudar de la democracia”.
Recordó que en 2018 se dará la movilización ciudadana más grande de la historia de México, pues podrán ejercer el voto más de 87.8 millones de mexicanos; de las 11.5 millones personas sorteadas, 1.4 millones serán seleccionados funcionarios de casilla.
De éstas, casi un millón serán las que instalarán el 1 de julio los 156 mil centros de votación en los que recibirán y contarán el sufragio de sus vecinos, lo cual representa cifras inéditas.
Anotó que el 1 de julio se renovarán tres mil 406 cargos de elección popular, lo que convierte a los comicios de 2018 en la disputa por el poder más grande de la historia.
Este proceso electoral, agregó el presidente consejero del INE, pese a que implica una complejidad logística e intensidad política, trae consigo una buena noticia en clave democrática, pues no habrá ganadores absolutos ni perdedores absolutos. “La de 2018 será una elección en donde se va a redistribuir el poder político entre los diversos contendientes a partir de las preferencias ciudadanas".
Por ello, consideró que pese a los equilibrios políticos quien gane la Presidencia de la República o alguna de las gubernaturas en juego tendrá que convivir con Congresos cruzados por la pluralidad y carentes de mayorías predefinidas, lo cual derivará en la búsqueda de consensos y acuerdos.
“Eso es, al fin y al cabo, la esencia de la democracia, que no haya ganadores absolutos, de una vez y para siempre, ni perdedores absolutos eternos; y que el futuro del país se construya entre todos”, añadió.