El Presidente Enrique Peña Nieto descartó que haya alguna diferencia con el gobernador de Chihuahua, Javier Corral y dejó claro que más que un mensaje a medios fue un acto político, por lo que “habrá de conducirse democráticamente.
Y es que el gobernador de Chihuahua, denunció “represalias” por parte del Gobierno federal tras las detenciones que su administración ha hecho contra exfuncionarios estatales acusados de corrupción, alegando que “no quieren detener a César Duarte, pero sí nos detienen los recursos al estado”.
“Lo que yo recogí más que una conferencia de prensa fue un acto político y auténticamente cargado de signo partidario. Entonces, ante ello, ante quien hace un acto partidario, el Presidente de la República simplemente se conducirá con su vocación democrática, con absoluta imparcialidad y apegado estrictamente a derecho”, expresó.
En un encuentro con los reporteros de la fuente en el Hangar Presidencial, el Primer Mandatario sostuvo: “Yo no advierto ninguna diferencia. No la hay de parte del gobierno”.
“El Gobierno de la República se ha conducido con una vocación y sentido democrático de apoyar y de coordinarse con todos los gobiernos sin importar su origen partidario”, indicó.
En el mensaje, manifestó que todo el apoyo del Gobierno hacia los estados lo pueden acreditar y testimoniar los varios gobernadores, la mitad que han sido apoyados, respaldados y con quien ha habido una gran coordinación.
Pero: “Si alguno de ellos advierte diferencias, pues el Gobierno de la República no las encuentra. Y menos el Presidente y si ante ello persistieran las diferencias, pues que se diriman ante las instancias que eventualmente deban dirimir cualquier diferencia”.