México obtuvo un puntaje de 66.2 sobre 100 en el Índice de Paridad Política (IPP) pues a pesar de los avances normativos y de tener la paridad en candidaturas como un principio constitucional aún hay escasa presencia femenina en el poder judicial, en los organismos electorales y en gobiernos municipales.
De acuerdo con este índice elaborado por ONU Mujeres y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a nivel nacional se ha registrado un gran avance en materia legislativa toda vez que el país obtuvo un puntaje de 80 al revisar los compromisos con la igualdad plasmados en la Constitución y en el marco legal.
Sin embargo las áreas con menor calificación son aquellas donde la participación política femenina aún es escasa. Por ejemplo, en los gobiernos municipales, donde las alcaldesas y concejalas todavía son minoría, se obtuvo 60.2 y en los partidos políticos la calificación fue de 57.4.
Estos fueron los datos obtenidos como parte del proyecto “Atenea. Por una democracia 50/50”, presentados en días pasados por la representante de ONU Mujeres en México, Belén Sanz; la directora del PNUD, Katyna Argueta; la consultora especializada en estudios electorales y género, Blanca Olivia Peña Molina; y la consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), Dania Paola Ravel.
A través del proyecto Atenea, que comenzó a funcionar en México en 2016 para sistematizar y analizar información sobre el derecho a la participación política de las mujeres, se creó el IPP para medir el estado del ejercicio de este derecho y generar recomendaciones a fin de acelerar la presencia de ciudadanas en cargos de toma de decisiones y ejercicio del poder.
Sobre este ejercicio Katyna Argueta destacó que el IPP mide ocho dimensiones que van desde los marcos legales hasta el ejercicio del poder. De acuerdo con esta medición que se aplicó en Perú, Argentina, Honduras, Chile, Uruguay y Panamá, México es el país de América Latina con mejor calificación.
La consultora Blanca Olivia Peña Molina destacó que la dimensión de presencia de mujeres en los partidos políticos obtuvo un puntaje de 57.4 sobre 100. Una de las dimensiones peor calificadas porque también se analizaron los compromisos plasmados en los estatutos de los partidos; el porcentaje de mujeres en órganos directivos, si contaban con Unidad de Género y su agenda en la materia.
En la presentación del índice a la que asistieron líderes de partidos políticos y funcionarias electorales, la nueva representante de ONU Mujeres, Belén Sanz, destacó que México es uno de los países con avances más significativos en paridad porque hay actores involucrados comprometidos con el tema, como los varones.
Destacó que actualmente el reto es garantizar más ciudadanas en el Poder Ejecutivo, en el Judicial y que se cumpla la paridad en candidaturas en la integración de ayuntamientos, tanto vertical, es decir en la lista total de cargos edilicios, como horizontal, que significa en las postulaciones a presidencias municipales.
Asimismo, otros desafíos serán tipificar la violencia política de género; que los partidos políticos reformen sus documentos básicos; incrementar y hacer eficiente el uso de recursos para la capacitación femenina.