El etiquetado frontal de advertencia mexicano refleja toda la experiencia y años de trabajo que se han dado en América Latina en este tema y debe ser un ejemplo sobre cómo utilizar estas advertencias en el mundo, coincidieron este jueves especialistas.
En conferencia virtual, Anand Grover, relator especial de las Naciones Unidas para el derecho a la salud 2008 a 2014 señaló que "México ha dado un paso importante y sabio en adoptar el etiquetado frontal de advertencia, debe ser un ejemplo a seguir".
En tanto, Fabio Da Silva Gomes, asesor regional en Nutrición y Actividad Física de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), señaló que tienen "mucha seguridad" de que el etiquetado mexicano va a generar "muchos beneficios para la salud".
En noviembre de 2019, el Congreso mexicano aprobó una nueva ley donde se establece que los productos industrializados y bebidas azucaradas deberán rotularse con un etiquetado de advertencia o con las características nutricionales en las que el producto supera el valor establecido.
Silva Gomes dijo que la evidencia que se ha recopilado en los países que ya han implementado un etiquetado similar como Chile y Uruguay muestra que el este tiene un impacto en "nuestras formas de consumo para reducir la ingesta de productos ultraprocesados".
Señaló que esto facilita la decisión informada y ayuda a entender qué es lo que la población está consumiendo.
Y manifestó que es el "mejor sistema de etiquetado frontal en el mundo" al ser el más completo.
Chile, un pionero
Chile fue el primer país en Latinoamérica en implementar un etiquetado frontal de advertencia, el cual fue aprobado en 2016.
De acuerdo con Victoria Fullerton Soto, abogada y asesora del Frente Parlamentario contra el Hambre en Chile, dicha ley enfrentó diversas intromisiones de la industria de alimentos y bebidas ultraprocesados para tratar de evitar su aprobación.
"Los principales opositores hicieron creer que un etiquetado en Chile iba a dañar el mercado. Esto no pasó, ya que hubo más competencia entre industrias para tener menos sellos de advertencia en sus productos. Además se benefició a los consumidores", detalló.
Explicó que, a raíz de esta medida, se pudo ver que el 68 % de las personas modificaron sus consumos, y al 58 % le resultó útil para mejorar sus decisiones.
Sin embargo, destacó que en Chile, el etiquetado fue rodeado por otras estrategias, como la regulación a la publicidad y a la venta en las escuelas.
Aceptó que ahora, la industria se adaptó a los sellos de advertencia y ahora incluso los utiliza como estrategias de mercadotecnia.
No dar marcha atrás
Oscar Cabrera, profesor del Instituto O'Neill para el Derecho de Salud Nacional y Global, de la Universidad de Georgetown, aseveró que es necesario regular las actividades de la industria que buscan atacar la eficiencia del etiquetado, como ha ocurrido en los países en los que ya se ha implementado.
"Se debe fortalecer el marco jurídico y el etiquetado debe ajustarse a la mejor evidencia científica disponible", argumentó.
Mientras que María de Jesús Medina Arellano, investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que el Estado debe proteger los derechos de las personas, como el derecho a la salud.
"Por encima de la libertad de comercio está el derecho soberano del Estado a proteger los derechos de las personas", manifestó.
Finalmente, Cabrera hizo un llamado a no retroceder ya que México está a la vanguardia de este tipo de medida.
"No hay posibilidad de flexibilidad, hay una ganancia y debemos avanzar a un sistema de protección mayor", puntualizó.