De acuerdo con datos del Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), sólo dos de cada 10 mexicanos que han solicitado asilo a Estados Unidos durante la administración de Joe Biden, lo han conseguido.
La cifra es la más baja registrada desde la llegada de William Clinton a la Casa Blanca en 1993, cuando el gobierno demócrata implementó una serie de reformas migratorias que facilitaron las solicitudes de refugio en la Unión Americana; entonces, cuatro de cada 10 mexicanos consiguió asilo. Durante el gobierno republicano de Donald Trump, en promedio, cuatro de cada 10 connacionales eran aceptados para resguardo en el vecino país y durante las dos administraciones del demócrata Barack Obama, la cifra alcanzó los seis de cada 10.
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Según TRAC, organismo de control del gobierno estadounidense con sede en la Universidad de Syracuse, durante el año 2021 cada día un promedio de 100 mexicanos solicitaron asilo a Estados Unidos, de los cuales sólo a 20 se les proporcionó después de pasar un proceso de entre siete y nueve meses.
“En México son amplios los motivos para buscar refugio en otro país, como Estados Unidos, pero cada vez son menos los que lo consiguen. Los mexicanos están siendo los más rechazados de la región”, afirmó a El Sol de México, Jesús Martínez, integrante del Servicio Jesuita, organización dedicada a apoyar a los migrantes a solicitar asilo en el país vecino.
Agregó que durante la administración Biden, quien en su campaña presidencial prometió apoyar la migración, ha resultado más probable obtener refugio en México que en Estados Unidos. “En este momento es más sencillo, más probable, que los migrantes consigan refugio en México, que en Estados Unidos”, subrayó.
En los últimos cinco meses, poco más de 11 mil migrantes han ingresado a Estados Unidos para dar inicio con la petición de asilo político sólo a través de la frontera de Tijuana, de los cuales una tercera parte son mexicanos, según TRAC.
La mayoría de los connacionales que buscan asilo en el vecino país lo hacen escapando de las amenazas de muerte de los cárteles de la droga, según argumentan al momento de ser entrevistados por las autoridades estadounidenses. Disputas territoriales y la pobreza, son otros argumentos que los mexicanos exponen al solicitar asilo en el país vecino.
De acuerdo con datos de la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración (EOIR) del Departamento de Justicia, al término del primer trimestre del año fiscal 2022, se llegó a un máximo acumulado de un millón 500 mil expedientes de solicitantes de asilo con sólo 578 jueces para procesarlos antes de que concluya el año.
Martínez comentó que las posibilidades de obtener asilo político para alguien que haya sido detenido y se encuentre asegurado en los Centros de Detención Migratorio son casi nulas y que el periodo de internamiento tarda en promedio seis meses. En el caso de que la persona se encuentre en libertad y desee iniciar el proceso, puede durar hasta cinco años en que las autoridades estadounidenses le otorguen asilo.
Para el abogado, la razón de que sean muy pocos los otorgamientos de la protección es por cuestiones políticas y de percepción ciudadana.
“Existe una conspiración binacional de masajear la violencia: México dice que no hay violencia y los americanos se resisten en otorgar el asilo para que se comente que no hay nada de peligro en México”, dijo el abogado.
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Según Martínez, los gobernantes no ven la realidad, pues se basan en quejas o reportes que tienen sus mismas instituciones, pero cada vez es menos el número de personas que se atreve a denunciar un hecho de violencia, porque son asesinados. “Migrar en familia, ser mujer, adulto mayor o menor de edad no es garantía de que obtendrán el asilo, se debe comprobar un riesgo real de muerte y las autoridades estadounidenses son muy estricto en esos casos”, agregó el activista.
Durante la administración de Donald Trump comenzó una crisis migratoria en la frontera entre México y Estados Unidos, ya que el republicano puso en marcha el programa Quédate en México, el cual obliga a los extranjeros que pedían asilo a esperar la resolución en territorio mexicano, lo que llenó las ciudades fronterizas de nuestro país de personas en espera de cruzar al norte.
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