PARÍS, Francia.- Cataluña declarará su independencia en “cuestión de días”, anunció el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
Su Govern “actuará a finales de esta semana o comienzos de la próxima”, precisó en declaraciones a la emisora británica BBC.
En la primera entrevista que acuerda desde el referéndum independentista, también se refirió -en términos desafiantes- a la actitud que adoptará si las autoridades de Madrid intervienen para tomar el control del gobierno catalán: “Sería un error que cambiaría todo”, replicó.
Fue probablemente en respuesta a ese mensaje que Carles Puigdemont anunció por la noche su intención de proclamar la independencia.
El gobierno de Madrid estudia diversos escenarios ante la posibilidad de que los partidos independentistas aprueben una declaración unilateral de ruptura con el Estado español. Hoy debe anunciarse la fecha de la próxima reunión del Parlamento autonómico. En esa sesión se anunciaría, en principio, la declaración de “la independencia de Cataluña como república”, según los términos enunciados el domingo por Puigdemont.
La ley de referéndum, aprobada por el Parlament, establece que, en caso de victoria del “sí”, en los “dos días siguientes a la proclamación de los resultados por parte de la Sindicatura Electoral, la cámara celebrará una sesión ordinaria para efectuar la declaración formal de la independencia de Cataluña”.
España comenzó a vivir horas de extrema angustia con la huelga general que paralizó Cataluña.
La jornada de movilizaciones, convocada para protestar contra la actuación policial durante el referéndum, logró bloquear medio centenar de carreteras y autopistas, y paralizó casi por completo la actividad en la educación, la administración pública, la sanidad, los puertos y el transporte, pero tuvo escasa repercusión en la industria. Incluso la emblemática catedral de la Sagrada Familia permaneció con cerrada todo el día.
Una manifestación organizada por la mañana congregó unos 300 mil manifestantes y otra concentración realizada por la tarde reunió 700 mil personas, según la Guardia Urbana. Las dos demostraciones de fuerza fueron convocadas para condenar la actuación de la policía nacional y la guardia civil.