CIUDAD DEL VATICANO.- El Vaticano permanece públicamente en silencio, mientras que la Iglesia de Barcelona se declara al lado de los catalanes, dando libertad para adherir a la huelga general de Cataluña y condenando la violencia registrada el domingo pasado durante el referéndum. Y ya hay quien habla de una cierta discordancia entre la Iglesia de Barcelona y la Conferencia episcopal española acerca de la decisión secesionista catalana.
El arzobispado de Barcelona, según trascendió en Roma, dio plena libertad a sus empleados para “venir a trabajar o no” en ocasión de la huelga general convocada en Cataluña para protestar contra la represión de la Guardia civil española durante el referendum.
A la huelga adhirieron también los dependientes de la célebre basílica de la Sagrada Familia, uno de los iconos de Barcelona y de toda España, que cerró sus puertas todo el día.
“La basílica de la Sagrada Familia condena la violencia vivida el domingo pasado en Cataluña”, se lee en un comunicado en la página web de la basílica, calificando “deplorables los hechos vividos el 1 de octubre”, condenando el comportamiento “de las fuerzas de seguridad del Estado español”. El mensaje también se difundió en la cuenta de Twitter.