El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró hoy que los palestinos deben reconocer la "realidad" de Jerusalén como capital de Israel, como hizo hace una semana el presidente de EEUU, Donald Trump, y "trabajar por la paz".
"Es mejor para los palestinos reconocer la realidad y trabajar por la paz, no solo por la radicalización. Y reconocer otro hecho sobre Jerusalén: no solo es la capital de Israel, sino que también mantenemos la libertad de culto para todas las religiones", al contrario que ocurre en otros lugares de Oriente Medio, dijo en declaraciones recogidas por un comunicado oficial.
Netanyahu se pronunció así después de que 57 estados de mayoría musulmana pidieran hoy a la comunidad internacional reconocer Jerusalén Este como capital de Palestina en la cumbre extraordinaria de la Organización para la Cooperación Islamica (OCI) celebrada en Estambul, en respuesta al anuncio de Trump sobre la capitalidad de la ciudad y su voluntad de trasladar allí la embajada.
En el encuentro, el presidente palestino, Mahmud Abás, anunció cambios en la actitud de su gobierno, al suspender su compromiso con los Acuerdos de Oslo, firmados en 1993 y que establecieron el reconocimiento mutuo entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), y supusieron el primer paso para la creación de la autonomía palestina como embrión de un futuro estado.
"La decisión sobre Jerusalén nos libera de todo acuerdo que hayamos firmado. Por ejemplo los Acuerdos de Oslo. Ya no son vinculantes para nosotros. Ya no estamos comprometidos con ningún acuerdo, desde el de Oslo hasta hoy", expuso Abás y consideró que EEUU "ya no es aceptable" como mediador para la paz con Israel.
"Todas estas declaraciones no nos impresionan", afirmó por su parte Netanyahu y aseguró que "al final, la verdad ganará y muchos países reconocerán a Jerusalén como la capital de Israel y transferirán las embajadas".
Por otro lado, el ministro israelí de Transportes, Yisrael Katz, opinó para el periódico saudí Elaph, con sede en Londres, que Arabia Saudí debería formar parte del proceso negociador con los palestinos, una muestra más del aparente acercamiento que hay entre los dos países que, sin embargo, no tienen relaciones diplomáticas.