Papa Francisco condena a quienes vayan con prostitutas; "es un crimen"

Jorge Sandoval

  · lunes 19 de marzo de 2018

Foto: Ángeles García

Nueva condena, nuevo anatema del Papa Francisco contra ciertos comportamientos de la sociedad de hoy. Esta vez el ataque papal es contra quien van con las prostitutas, definiéndolo como “un criminal” con una “mentalidad enferma”. Y no solo, el que paga por tener relaciones sexuales también “tortura a las mujeres”, y es cómplice del drama de las jóvenes esclavizadas por el tráfico de seres humanos.

Bergoglio pronunció su dura requisitoria durante la inauguración del pre-sinodo de los jóvenes en el aula “Pablo VI” del Vaticano.

“Se trata de un problema ¡grave, grave, grave!”, exclamó el pontífice argentino, exhortando a los jóvenes a no ir con las prostitutas porque este “es un crimen” y quien hace esto “es un criminal... Además, –precisó Francisco-, esto no es hacer el amor, esto es torturar a una mujer...es una enfermedad” que debe ser extirpada.

Y no hay feminismo que haya podido quitar esta mentalidad de la consciencia masculina... del imaginario colectivo. Esa enfermedad, este modo de pensar –insistió con fuerza Bergoglio- ¡es un crimen contra la humanidad!”

Tras reconocer que “entre los clientes es verosímil que el 90% sean católicos, el Papa jesuita pidió “perdón por todos los bautizados que cometen este acto criminal”.

No es primera vez que Francisco afronta el tema de la responsabilidad de los clientes, mostrándose partidario de la aplicación de sanciones a quienes van con las prostitutas para combatir eficazmente el fenómeno del ‘racket’ de la prostitución.

En un reciente convenio en el Vaticano sobre el tema de la trata de personas, Bergoglio subrayo que “si hay tantas jóvenes víctimas de la explotación que terminan en las calles de nuestras ciudades, es porque muchos hombres, jóvenes, adultos y ancianos, están dispuestos a pagar para recibir ciertos servicios. Por lo tanto –puntualizo-, me pregunto, si la causa principal de la trata son verdaderamente los traficantes...”.

Ciertamente –precisó Francisco- arrestar a los autores de la trata es un deber de justicia. Pero la verdadera solución es la conversión de los corazones”.

En estos días se reúnen en el Vaticano grupos de unos 300 jóvenes procedentes de diversos países, entre los 16 y los 19 años, para participar en una serie de debates, en vista del Sínodo de los jóvenes que se llevara a cabo en octubre próximo.