Tras dos años de negociaciones infructuosas, la Unión Europea decidió utilizar la denominada “opción nuclear” y puso en marcha el procedimiento para sancionar a Polonia por las frecuentes violaciones del Estado de derecho cometidas por el régimen del Partido Ley y Justicia (PiS) que dirige Jaroslaw Kaczynski.
En una iniciativa sin precedentes, la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, “decidió activar el artículo 7.1 del Tratado”.
"Es con gran pesar que hemos decidido recurrir al artículo 7.1, pero los hechos no nos dejan otra opción", lamentó el vicepresidente primero de la Comisión, Frans Timmermans.
"Hacemos esto por Polonia, por los ciudadanos polacos. Creo que todos los ciudadanos de un país de la UE tienen derecho a una justicia independiente", explicó.
En contraste con el tono conciliador adoptado en Bruselas por el nuevo primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, el régimen de Varsovia respondió en tono desafiante e insistió en su posición.
Pocas horas después de la decisión de Bruselas, el presidente polaco Andrzej Duda, anunció que había decidido ratificar las dos leyes que originaron la controversia con la UE.
El proceso abierto ayer por la Comisión Europea puede culminar con la suspensión de los derechos de voto de Polonia en todas las instancias europeas.
Las autoridades de Bruselas consideran que el Estado de derecho corre grave peligro en Polonia, debido a las reformas judiciales aprobadas por el gobierno, que “socavan la independencia de los jueces y amenazan la división de poderes”.
Las 13 reformas introducidas por el régimen desde que llegó al poder, hace dos años, colocó al aparato judicial del país “bajo el control político de la mayoría en el poder", sostiene el dictamen aprobado por Bruselas.
La actitud de Bruselas amenaza con profundizar la división entre los países del Este y del Oeste de la UE. El primer ministro húngaro, Viktor Orban, que también está en el objetivo de Bruselas por sus frecuentes violaciones del Estado de derecho y de la Carta de la UE, ya anunció que votará en contra de cualquier sanción a Varsovia. La misma posición asumirá al parecer la República Checa.
La actitud de esos dos países impedirá que prospere el procedimiento de sanciones votado ayer. Para que pueda ser aplicado el artículo 7.1 necesita obtener la aprobación unánime de los Estados miembros.
Pese al imprevisto agravamiento de las tensiones con Varsovia en las últimas horas, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, afirmó que no quería “cortar los puentes con Polonía […] Tampoco estamos en situación de guerra con Polonia", afirmó.
Juncker cuenta con el apoyo incondicional de Alemania y Francia para llevar adelante la presión contra el régimen de Varsovia. París y Berlín están dispuestos incluso a condicionar el acceso de Polonia a los fondos europeos para el periodo 2020-2026 y reducir en 30% los montos atribuidos para ese periodo.