Orizaba, Ver.- Desde septiembre del año pasado, el delegado de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas A.C. (Amotac) en Orizaba, Aldo Romero Lezama empezó a levantar la voz en contra de Caminos y Puentes Federales (Capufe) para reparar la autopista Puebla-Veracruz, y a la fecha no han hecho nada.
“Lo único que pusieron fueron unos letreros de “Piso resbaloso” y otro de “60 kilómetros por hora”, pero el recubrimiento y el mantenimiento que se iba a hacer en octubre, no se dio”, dijo el entrevistado.
Y es que a casi un año de la petición, los choques, salidas de camino y hasta volcaduras, se han incrementado considerablemente, llegando a registrarse de 7 choques por día, según dice Romero Lezama.
“En su momento lo checamos con la super intendencia de Esperanza, a ellos les toca desde La Choza (kilómetro 262) hasta Esperanza darle mantenimiento en los carriles de subida y bajada, y nos dijeron que le iban a echar un recubrimiento al asfalto, pero la realidad es que ahora nadie hace nada y se echan la bolita”, expresó el entrevistado.
Se registran al mes, por lo menos 50 accidentes
Y es que de acuerdo a un reporte de AMOTAC, en ese tramo carretero se registran al mes, por lo menos 50 accidentes automovilísticos.
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Por ello: “Le seguimos pidiendo a Capufe para que haga algo, porque tal parece que es contubernio con las grúas y ellos, pues es un negocio redondo para grúas la desgracia de los conductores”, precisó.
Por otro lado, se manifestó sobre el retiro tardado de los muros centrales o barras metálicas que son dañados por un percance, y ahí se quedan hasta que ocurre otro accidente y son cobrados doblemente.
“Se supone que Capufe hace el cobro por daños al camino en el año, pero si tardan mucho las cuadrillas para poner las cosas en su lugar o repararlas, pero si el cobro es inmediato o no te liberan el vehículo, pero esto es parte del descontrol que tienen, porque cuando nosotros les tocamos puerta, ellos dicen que son varias super intendencias y que a uno le toca una cosa y a otro otras, pero lo cierto es que nadie sabe y se echan la bolita, ni ellos saben lo que les toca”, terminó el informante, quien dice que a final de cuentas el afectado es el viajero accidentado porque tiene que pagar.