Xalapa, Ver.- La próxima semana cumple tres meses desaparecida Nora Liz López Saldívar, y su hija de apenas cinco años de edad no ha parado de preguntar por ella; la abuela llora y cada vez le es más difícil sostener la versión de que “pronto regresará… está trabajando”.
Los festejos de Navidad y fin de año para la familia de Nora Liz no fueron los mismos este vez, ya que desde el 12 de noviembre pasado no saben nada de ella. “No pasa momento en que no piense en mi hija, no tenemos noticias de dónde pudiera estar y claro que tememos por su integridad física”, dijo en entrevista para Diario de Xalapa Ivonne Saldívar, madre de la joven.
Nora Liz fue vista por última vez ese día, cerca de las dos de la tarde, cuando salió de su domicilio en la colonia Sebastián Lerdo de Tejada para ir a buscar a su hija al kínder en la zona centro, pero ya no llegó, nadie supo nada.
“Desde el primer día en que perdí contacto con ella empezamos a buscarla. Pedimos el apoyo de la Fiscalía General del Estado para ubicar y se integró la carpeta de investigación correspondiente”, platicó.
Nora Liz tiene 23 años de edad, mide 1,55 de estatura, su color de ojos es café, de tez morena clara y su cabello tiene mechas moradas. Cabe señalar que al momento de su desaparición tenía tres meses de embarazo, por lo que actualmente tendría seis meses aproximadamente.
Poco antes de la desaparición de la joven, ella y su marido habrían tenido diferencias de pareja, sin embargo, la madre de Nora Liz descarta que pudiera esto haber propiciado el que ella se marchara así de la nada.
“Sí temo por lo que pudieran hacerle, son tantos los casos de jóvenes que desaparecen y sus familias las buscan por mucho tiempo, no quiero eso para mí". Dijo Ivonne Saldívar, quien hace un llamado al Gobierno del estado y a la Fiscalía para que se agilicen las averiguaciones, que indaguen si sigue en Xalapa o pudieron haberla sacado.
El jueves, la madre tomó la fotografía de su hija y se plantó en bajos de Palacio Municipal , donde pidió la ayuda de la ciudadanía para encontrar a su hija, pues hoy su familia está fracturada. Sus cosas ya las sacaron de la casa que rentaba en la Sebastián Lerdo y tuvo que llevarse a su nieta, quien no deja de preguntar por su madre, quien “primero Dios volverá de un momento a otro”, dijo.