Orizaba, Ver.- El vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez recordó que escuchar exige valentía, esto, dijo, se le reconoce a la mayor parte de los periodistas y reporteros, que en un país donde sufren violencia, acoso, persecución, amenazas, todavía ejercen con valentía esta labor. “Por eso un reconocimiento y solidaridad de parte de nuestra Iglesia ante los hechos violentos donde han perdido la vida compañeros periodistas”, resaltó.
Manifestó la solidaridad y reconocimiento de Iglesia de Orizaba hacia el gremio periodístico, porque aún a pesar de esas circunstancias adversas siguen laborando, siguen desarrollando su profesión.
Recordó que el Papa Francisco en el proceso sinodal que ha puesto en marcha en la iglesia, hace mucho énfasis en la necesidad de escuchar al otro; o cómo lo ha dicho “en la necesidad de escuchar con el corazón, es decir, ser empáticos, ponerse en el lugar del otro, escuchar lo que tiene de verdad y que el otro me está portando".
Santo Tomás decía: la verdad, dígala quién la diga viene del Espíritu Santo, y a veces es cierto que la verdad no peca, pero incomoda, como dice el dicho popular
Reconoció que en el ejercicio de esta profesión ya se sufre mucho, como para que todavía haya quien, desde su encargo, genere encono mediante descalificaciones, mediante división o polarización. “Creo que la labor del periodista es informar y decir; hay que escuchar, y escuchar a todos; no se puede tener un oído selectivo”, subrayó.
En el caso de quien recibe información y no le parece, abundó, no son las descalificaciones las que ayudan a construir un país de paz, de fraternidad y armonía.
“Debemos aprender a escuchar. Escuchar, por un lado significa valentía del que está diciendo, del que está reportando, del que está informando; pero también se necesita valentía para escuchar, porque puede ser que escuchemos de repente, ahora en el proceso sinodal dentro de la iglesia, algunas críticas, comentarios que no nos gusten, pero si tienen verdad hay que aceptarlos; igual en otras instituciones, aunque de repente no les parezca o les presenten realidades o datos con los cuales no se concuerda hay que aprender a escuchar y saber lo que dice de verdad la información que se recibe, no descalificarla”, enfatizó.
Por eso, agregó, el proceso de escucha con el corazón es valentía de los dos lados, del que informa (los periodistas), y del que escucha, que debe hacerlo también con valentía y con prudencia, para que esté abierto a reconocer la verdad de todo lo que se recibe.
Los obispos en el mensaje de inicio de año, recordó Enríquez Báez, hablan de ser artesanos de la paz, y ésta es fruto de la justicia, es fruto del diálogo, del perdón y la reconciliación. “En este sentido creo que la labor periodística ayuda a descubrir la paz, ayuda a reconocer la realidad, y nosotros también estamos comprometidos a ir construyendo la paz mediante la búsqueda y la información con la verdad, mediante la promoción de la justicia, la reconciliación, no mediante la división y la polarización. Todos debemos ser artesanos constructores, artífices de la paz”, concluyó.