CÓRDOBA, Ver.- Pese a que sesde hace casi dos décadas no se registra ningún robo de un recién nacido en la región de Córdoba en hospitales, los casos ocurridos en otros lugares del país obligaron a reforzar los protocolos y la seguridad en los hospitales de segundo nivel, aunque a los pacientes les parezca exagerado y molesto.
José Alberto Hernández Rivera, subjefe de la Jurisdicción Sanitaria de Córdoba, recalcó que los protocolos de vigilancia para el cuidado del recién nacido funcionan dentro de los hospitales, y cuando hay fallas se deben a negligencias por parte de los trabajadores.
En la región, la seguridad que se encarga de la vigilancia de los hospitales es subrogada, la empresa tiene la responsabilidad de capacitar al personal para actuar cuando un bebé es sustraido, y cada dependencia da las indicaciones precisas a cada custodio de cuál es su responsabilidad en el área que le asignen durante una eventualidad.
Por su parte, Víctor Arturo Gutiérrez Romero, delegado estatal de la Fundación Nacional de Investigaciones de Niños Robados y Desaparecidos, señaló que basta con vestirse de enfermera, médico, afanador, e incluso de camillero para demostrar que los protocolos de seguridad para los recién nacidos dejan mucho que desear en la mayoría de los hospitales, por lo que consideró que hace falta reforzarlos con seguridad policiaca dentro de los mismos hospitales del país en general, porque los casos ocurridos en diversos lugares demuestran lo fácil que es robarse a los recién nacidos.
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