En la Oficialía No.1 del Registro Civil del Municipio de Querétaro José Miguel Pérez Cabrera y Mariel Aragón Rangel se convirtieron en la primera pareja en registrar su hija con sus apellidos maternos tras ganar un amparo.
Mariel destacó que con esta decisión buscan romper con los estereotipos sociales que hay en país y hacer un reconocimiento a sus madres y al papel que tiene la mujer en la crianza y cuidado de los hijos.
También mencionó que se marca un precedente en el estado y a nivel nacional porque si bien existe registro en el país de una pareja que colocó primero el apellido materno y después el paterno, no hay registro sobre el uso de ambos apellidos maternos.
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Dijo que esto servirá además de antecedente para que más familias tengan la oportunidad de decidir el orden del apellido de sus hijos y en este sentido se pronunció porque se modifique el Código Civil del Estado.
“Que esto sirva como un antecedente y para poder hasta visibilizar cuan inequitativo, cuan discriminatorio puede ser incluso nuestro Código Civil a nivel estatal y que requiere una modificación para igualar el papel del hombre y la mujer en el ámbito familiar”, comentó Mariel.
El año pasado la pareja acudió al Registro Civil del Centro Histórico para registrar a su hija con este orden de apellidos pero les fue negada porque hay una restricción por parte del Código Civil en donde indica que no es posible.
Fue entonces que su abogada Sandra Jessica Aguilera Moreno tramitó un amparo a finales de noviembre y obtuvieron una respuesta favorable el 27 de enero pasado; solo tuvieron que esperar casi un mes para que les autorizarán realizar el trámite.
"Nuestro deseo era que nuestra hija llevara los apellidos maternos principalmente por esta tradicionalidad que hay en todo el mundo que es el papá quien da el apellido paterno y después la mamá", comentó.
La pareja tiene dos hijas: Luna Amelia Rangel Cabrera de cinco meses que lleva ahora el apellido de sus abuelas; y su hija mayor Astrud Doménica de cuatro años para quien planean seguir el mismo proceso.
Publicado originalmente en Diario de Querétaro
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